Durante este jueves 08 de junio y viernes 09 de junio se realiza en Cartagena desde el
Centro de Formación de la Cooperación Española el encuentro nacional de obispos colombianos con participación de Monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena. Este encuentro tiene como objetivo fortalecer la unidad de la iglesia católica y del episcopado colombiano en torno a la reconciliación y la paz, identificando criterios y estrategias de acción pastoral en el actual contexto de la realidad nacional.

Las afectaciones del conflicto armado, el confinamiento de comunidades, el eclipse de la vida, la criminalidad organizada, así como la crisis humanitaria que hoy se viven, en el campo y las ciudades, hacen de este encuentro, una gran oportunidad para seguir profundizando en las motivaciones evangélicas que animan el trabajo pastoral de la Iglesia. Es también, este encuentro, un momento privilegiado para el diseño de estrategias metodológicas que concreten los esfuerzos por la paz territorial en las Jurisdicciones Eclesiásticas.

En la apertura del encuentro, el Dr. Miguel González, director del Centro de Cooperación Española, expresó su admiración y reconocimiento por el trabajo pastoral de la Iglesia, por su servicio a la reconciliación y a una paz, estable y duradera, durante décadas. Reafirmó en su intervención que lo más importante es salvar vidas. Finalizó su intervención compartiéndonos un proverbio de la sabiduría africana que conoció durante sus años de servicio en África: “En la confrontación de dos elefantes de mucho peso, quien más sufre es la hierba”.

Por su parte, monseñor Luis José Rueda Aparicio, presidente de la Conferencia Episcopal, en sus palabras de saludo y acogida a todos los presentes, expresó que “éste es un encuentro de esperanza porque en la esperanza queremos vivir. La guerra y el conflicto no pueden pisotear la Esperanza. Estos son días llenos de esperanza en los que el Señor nos sorprenderá y nosotros nos dejaremos sorprender. Nos iluminará y nos mostrará los caminos que debemos seguir. Queremos permanecer reunidos en el riesgo maravilloso de la escucha”. 

Dentro del encuentro se pretende generar un espacio de escucha a todas las jurisdicciones eclesiásticas que se han visto inmersas en situaciones de conflicto y crisis humanitaria en el país, además de ahondar en las motivaciones para el trabajo en la construcción de paz que se hace desde la iglesia aportando a la reconciliación. Este encuentro también se convierte en la oportunidad de generar estrategias metodológicas con acciones de paz territorial desde cada jurisdicción eclesiástica, en un esfuerzo sinodal al interior de la iglesia y con relación a otros actores.

´´Vamos a mirar cuáles son las acciones pedagógicas que estamos realizando y que se deban realizar para aportar como iglesia de una mejor manera a la solución de los diferentes conflictos que tenemos, igualmente estamos fortaleciendo la vivencia de los criterios que inspiran a la iglesia para la construcción de paz, porque realmente se tiene un proyecto de paz que se inspira en el Evangelio y en la doctrina social de la Iglesia.´´ destacó Monseñor Juan Carlos Barreto, Obispo de la Diócesis de Soacha y presidente de la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC)

Las Provincias Eclesiásticas, tienen como criterio la opción por la no violencia, diferenciándose de aquellos que buscan resolver el conflicto de Colombia mediante la guerra. En lugar de eso, se opta por la no violencia y se considera que el diálogo ocupa un lugar fundamental en este proceso. Además, se implementan acciones pedagógicas en los territorios con el objetivo de generar un impacto positivo en las comunidades. En este sentido, se destaca la presencia constante de la iglesia católica en todos los territorios del país, brindando acompañamiento y apoyo a las comunidades en su labor. Sin embargo, se reconoce que aún hay aspectos en los que pueden seguir mejorando y cada diócesis están abiertas a incrementar sus acciones en beneficio de las personas y los territorios afectados.

Por su parte, Monseñor Rubén Darío Jaramillo, Obispo de la Diócesis de Buenaventura, enfatizó: ´´El encuentro que tenemos aquí, los señores obispos que venimos de zonas de conflicto del país, nos permite a nosotros tener una mirada conjunta. El Papa nos ha pedido, ante todo, que caminemos juntos, que se llama la Sinodalidad y caminar juntos también en los momentos difíciles y buscar salidas conjuntas a la situación que hay en el país y como iglesia, ser luz en medio de tantas oscuridades. Esto nos permite entonces encontrarnos aquí en Cartagena para poder escucharnos las regiones, pero también buscar luces y salidas como iglesia ante la situación que está viviendo en nuestro país. ´´

En este sentido, el obispo resaltó la situación que experimenta la comunidad de Buenaventura y el aporte de la iglesia en los procesos de construcción y estrategias para la reconciliación en el territorio:

“En el caso nuestro de Buenaventura, nosotros hemos venido acompañando y facilitando los procesos de paz en el Pacífico haciendo un acompañamiento a los territorios y facilitando un diálogo entre las dos bandas que se disputan estos escenarios. Nos interesa salvar las vidas de los colombianos, de los hijos de Dios. Es nuestra misión ir a buscar la oveja perdida”, expresó. El conjunto de Provincias Eclesiásticas de las que hace parte la Arquidiócesis de Cartagena, en colaboración con la ONU y la OEA, que brindan apoyo al proceso de reflexión de los obispos, considera de suma importancia que todos los involucrados comprendan que la paz no se limita únicamente a la ausencia de conflictos, sino que implica la creación de un entorno a nivel local y nacional que asegure el progreso y el desarrollo. En este entorno, los derechos y los deberes deben ser los marcos de referencia, y se deben garantizar la justicia económica, política y social