El sufrimiento no termina con sobrevivir a la enfermedad del ébola. La situación de marginación de los que han sufrido esta enfermedad empuja a algunos incluso al suicidio, como cuenta un Obispo de Liberia.

“Un pariente mío que había sobrevivido al ébola se ha suicidado, porque la gente lo evitaba, y no se sentía querido ya por nadie”, dice el Obispo de Gbarnga (Liberia), Mons. Anthony Fallah Borwah, uno de los tres países de África Occidental, junto con Sierra Leona y Guinea, más afectados por la epidemia.

“¿Cómo es que nos hemos convertido de nuevo en los marginados de la tierra?”, cuestiona el Prelado.

Recordando que el país todavía se está recuperando de décadas de guerra civil que terminó en 2003, Mons. Borwah, en una entrevista con la revista Time citada por la agencia vaticana Fides afirma que “los pobres vuelven a hacer las preguntas existenciales que predominaron durante la Guerra Civil: ¿Dónde está Dios? ¿Qué mal hemos hecho otra vez? ¿Cómo es que de nuevo volvemos a ser los rechazados de la tierra?”.

La epidemia de ébola ha causado el colapso de los centros de salud de los países más afectados, además de crear una psicosis que afecta principalmente a las personas que se han recuperado de la enfermedad.

“Necesitamos ayuda para alimentar a los que tienen hambre y están enojados y para cuidar y consolar a los supervivientes del Ébola, que llevan en su piel el estigma dejado por esta enfermedad”, concluye el Obispo.

Cortesía de Aciprensa, 21 Oct. 14
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