Ya se cumplen 100 años de una labor evangelizadora dentro del corazón de Cartagena

En un rincón de Cartagena, en medio de los ires y venires de la cotidianidad, se erige una torre como un faro de esperanza para quienes visitan este emblemático sector. Se trata de la parroquia Santa Cruz de Manga, un lugar de refugio y consuelo, no solo para la comunidad, sino para la ciudad entera.
Faltarían palabras para describir la importante tarea que sus fieles han realizado a lo largo de estos 100 años; porque bien es sabido que, más allá del templo físico, las piedras vivas que edifican este barrio son las personas que ponen su corazón para hacer de esta comunidad un pueblo de reyes, asamblea santa.

Esta misión tuvo sus inicios el 2 de agosto de 1885 con la llegada de los hermanos Salvatorianos, quienes encontraron en esta tierra el refugio en medio de su cruzada, siendo así “antorcha de la evangelización en los pueblos de la Bahía”, en palabras del padre Ignacio Madera, actual párroco de Santa Cruz.
Así, para el 15 de marzo de 1924 quedó oficialmente constituida esta parroquia y tuvo al misionero Patricio Mayr como su primer párroco.

Para la celebración se ha dispuesto una agenda festiva que busca recorrer este caminar a través de una memoria agradecida como “una historia de entrega y búsqueda de Dios”, afirma el padre Madera; y se invita a toda la feligresía y ciudadanía cartagenera a disfrutar de los espacios religiosos y culturales en honor al Centenario.

Esta gran festividad comenzó el día domingo 10 de marzo con la Eucaristía Solemne de Apertura y, a partir de allí, se abrieron espacios que incluyen el lanzamiento del folleto “Cien Años de Historia”, el concierto, un paseo por la bahía y espacios de conversatorios de la mano de la Universidad de Cartagena.
Todo se ha dispuesto para vivir esta gran fiesta con toda la devoción pero, por sobre todo, con toda la alegría de quien ha experimentado la Divina Misericordia a lo largo del tiempo.