VATICANO, 06 Mar. 16 / 07:12 am (ACI).- El Papa Francisco recordó hoy a las cuatro Misioneras de la Caridad asesinadas el pasado viernes en Yemen. Aseguró que son mártires de la indiferencia y deploró el silencio de la prensa sobre esta tragedia.

“Expreso mi cercanía a las Misioneras de la Caridad por el grave luto que las ha golpeado hace dos días con el asesinato de cuatro religiosas en Aden, en Yemen, donde cuidaban de ancianos”.

“Rezo por ellas y por las otras personas asesinadas en el ataque, y por sus familiares. Estos son los mártires de hoy. Y estos no son portada de los periódicos, no son noticia. Estos dan su sangre por la Iglesia”, dijo emocionado.

“Son víctimas del ataque, de aquellos que les han asesinado, y de la indiferencia, de esta globalización de la indiferencia, del ‘no importa’”.

“Que la Madre Teresa acompañe en el paraíso a estas dos hijas mártires de la caridad e interceda por la paz y el sagrado respeto de la vida humana”.

El pasado viernes, cuatro religiosas de las Misioneras de la Caridad, la Congregación fundada por la Beata Madre Teresa de Calcuta, fueron masacradas junto a otras doce personas –varios de ellos ancianos-, por presuntos terroristas que ingresaron a su convento de Aden (Yemen), donde funciona el albergue de ancianos que administran las monjas.

La agencia vaticana Fides informó que además de las religiosas, también han sido asesinados el chofer y al menos otros dos colaboradores de la comunidad, mientras que la superiora del convento se libró de la muerte. De las monjas asesinadas dos eran de Ruanda, una de la India y otra de Kenia.

El ataque fue perpetrado por extremistas musulmanes que acusan a la congregación de hacer proselitismo cristiano. Además, sigue desaparecido el sacerdote salesiano Tom Uzhunnalil, quien rezaba en la capilla del convento durante el ataque y habría sido secuestrado por los atacantes.

Ayer  el Santo Padre envió un telegrama de condolencias en el que consideró la masacre como un acto diabólico.

“Su Santidad Francisco está conmocionado y profundamente entristecido”. “Él asegura sus oraciones por los muertos y su cercanía espiritual a sus familias y para todos los afectados de este acto de violencia sin sentido y diabólico”.

El Papa “ora para que esta masacre sin sentido despierte las conciencias, de lugar a un cambio de corazón, e inspirar a todas las partes a deponer las armas y tomar el camino del diálogo”.

“En el nombre de Dios, se hace un llamamiento a todas las partes en el presente conflicto a renunciar a la violencia y a renovar su compromiso con el pueblo de Yemen, en particular los más necesitados, a quienes las hermanas y sus ayudantes trataron de servir”.


No hay dudas: Misioneras de la Caridad murieron como mártires

ROMA, 06 Mar. 16 / 08:01 pm (ACI).- ROMA – Pese a que los grandes medios de comunicación omiten el motivo religioso en la masacre de las Misioneras de la Caridad en Yemen, para Mons. Paul Hinder, Vicario Apostólico de Arabia del Sur, «no hay duda que las hermanas han sido víctimas de odio contra nuestra fe”.

El pasado viernes un grupo de presuntos terroristas islámicos ingresaron al convento y asesinaron a las cuatro religiosas -dos de Ruanda, una de la India y otra de Kenia-; junto a otras doce personas. Además se desconoce el paradero del P. Tom Uzhunnalil, único sacerdote católico que quedaba en Aden y que pertenece a la congregación salesiana.

El Prelado, responsable del trabajo apostólico en esta región de inmensa mayoría musulmana, reiteró sus palabras y señaló que “cuando digo que ‘murieron por odio a la fe’ quiero decir que las misioneras de la caridad murieron como mártires: como mártires de la caridad, como mártires porque testificaron a Cristo y compartieron mucho de Jesús en la cruz”.

Mons. Hinder explicó a ACI Prensa que en esta región “hay algunos grupos radicales que simplemente no soportan la presencia de cristianos que sirven a los más pobres de los pobres”, pues esto va en contraste con el sistema existente; aunque la población de Yemen “estima y aprecia a las misioneras de la caridad y su dedicado servicio”.

“Para ser claro: No hay razón para este hecho, a no ser que los autores, deliberadamente o no, sean agentes de los diablos”, expresó.

Asimismo, el Prelado se refirió al silencio de los medios de comunicación o –en otros casos- su tendencia a ocultar el motivo religioso de este asesinato. “Sería muy difícil no ver que este hecho fue motivado por una mente religiosa confundida; simplemente no podemos encontrar otra razón”, indicó.

Esto también fue criticado por el Papa Francisco hoy domingo ante los fieles reunidos para rezar el Ángelus. “Estos son los mártires de hoy. Y estos no son portada de los periódicos, no son noticia. Estos dan su sangre por la Iglesia”, expresó emocionado.

Mons. Hinder dijo que este ataque al convento de la congregación fundada por la Beata Madre Teresa de Calcuta “revela, primero que todo, que la guerra en  Yemen continúa a pesar de los intentos negociadores”. “Hay grupos, especialmente en la región de Aden, que no están bajo el control del gobierno regular y tratan de desestabilizar el país y aterrorizar a la población”, indicó.

En ese sentido, explicó que ahora “los pocos católicos que hay en el país no tendrán otra opción que ser lo más discreto posible y esperar hasta que la paz se restablezca”. Además, la inseguridad que reina en el país ha ocasionado que con certeza se haya reducido drásticamente el número de fieles y no se tienen cifras exactas de la comunidad católica local.

A pesar del sombrío panorama, el Vicario Apostólico en Arabia aseguró que “el sacrificio de las hermanas y nuestras oraciones tendrán sus resultados, aunque no podamos ver un efecto inmediato. Como cristianos creemos que el Gólgota no es el fin, sino la Resurrección del Señor quien tendrá la última palabra en el juicio final”.

Este es el segundo ataque que sufren las misioneras de la caridad en Yemen. La primera vez ocurrió en julio de 1998, cuando hombres armados atacaron su centro de cuidados para discapacitados en la ciudad de Al Hodeida, a orillas del mar Rojo, donde murieron dos enfermeras, una india y otra filipina.

Desde el año pasado Yemen sufre un sangriento conflicto entre el movimiento rebelde chiita de los hutíes contra el gobierno del sunita Abdo Rabu Mansur Hadi y una coalición de países árabes encabezada por Arabia Saudita, que lleva a cabo una ofensiva aérea contra los insurgentes desde 2015. Según la ONU, este conflicto ha dejado hasta el momento más de 6.000 muertos.

En medio de esta guerra, en septiembre del año pasado otro grupo de hombres armados ingresó a la iglesia de la Sagrada Familia, en Adén.

El martirio de las cuatro misioneras de la caridad a manos de extremistas musulmanes se suma al de los más de 50 cristianos decapitados por el Estado Islámico en las costas de Libia en febrero y abril de 2015; al de los más de 140 estudiantes asesinados en la Universidad de Garissa (Kenia) por Al Shabab en abril de ese mismo año; y a los muchos otros cristianos asesinados por extremistas musulmanes en Irak, Siria y otras zonas de Medio Oriente y África.