El sol despertó temprano aquel sábado 16 de diciembre, pintando el cielo con tonos cálidos que combinaban con el azul resplandeciente. Desde las 8:50 a. m. las puertas de la Catedral Santa Catalina de Alejandría se abrieron de par en par. La iglesia, vestida de solemnidad y emoción, se preparaba para vivir uno de los acontecimientos más importantes de la comunidad arquidiocesana durante el mes, 3 nuevos jóvenes diáconos daban el “Si” al llamado del Señor. 

Adornada con luces cálidas, la iglesia acogió a la multitud de personas que fueron llegando y ocupando cada espacio del templo. Desde rostros adultos hasta niños en brazos, todos vestidos de blanco, iluminaban cada rincón del lugar, con altas expectativas y a la espera de algo majestuoso. 

Se dio inicio a la ceremonia y el coro entonaba al unísono “Pueblo de reyes” mientras en procesión realizaban la entrada por aquellas puertas, con la luz reposando en sus rostros con aire celestial, el pueblo sacerdotal de la Arquidiócesis de Cartagena. 

Pueblo de reyes, asamblea santa
Pueblo sacerdotal, pueblo de Dios
Bendice a tu Señor

Te cantamos, oh, Hijo amado del Padre
Te alabamos, eterna palabra salida de Dios
Te cantamos, oh, Hijo de la Virgen María
Te alabamos, oh, Cristo nuestro hermano
Nuestro Salvador.

En medio de aquella procesión, los diáconos avanzaban con determinación hacia el altar, rodeados de la venerable presencia de los sacerdotes de la iglesia. Esto nos condujo inmediatamente a aquella conversación sostenida con ellos, dos días antes de la ordenación. En palabras del diacono Víctor Alonso Ramírez García, oriundo del santuario Antioquia “el sentirse y responder al llamado del Señor es una experiencia maravillosa. En ningún momento me he sentido solo; siempre he sentido la compañía de Dios como un padre amoroso, misericordioso, un Dios de amor que me acompaña«. 

Por otro lado, Carlos Andrés Pino Pino, se alegraba en compartirnos como el llamado de Dios hizo vida en él desde su niñez “Desde pequeño serví como monaguillo junto a mi hermano gemelo, y desde ahí el señor fue haciendo su obra en mí y mi vocación fue creciendo. Pude ver como el señor me llamaba desde mi niñez” y agregó qué «aunque no merezca tan gran don, el Señor me ha llamado.”

Ese llamado los conducía durante esa mañana en su caminata al altar, para recibir la gracia de Dios en el Ministerio que habían aceptado. Las miradas de los presentes, familiares, amigos, comunidad expectante estaban en ellos, llenas de orgullo, de alegría y de gran admiración. Los videos no podían faltar, la importancia de un momento que debía ser capturado, compartido y celebrado ese sábado 16 de diciembre, el día en el cual  Carlos Andrés Pino Pino, Víctor Alonso Ramírez García y Daniel Ortega Atehortúa, fueron los protagonistas de una ceremonia que marcó el inicio de un nuevo camino pastoral para ellos y para la comunidad arquidiocesana. 

Presentación de los Diáconos ante el Padre

Monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena, presidió la ceremonia. En su homilía, destacó la importancia del compromiso y la dedicación que implica el servicio sacerdotal. Mencionó las virtudes y responsabilidades esenciales en el nuevo rol que asumirían los próximos sacerdotes y los invitó a seguir el camino de la humildad, la alegría, el amor, la caridad y la compasión durante su misión. 

Terminado su discurso, con reverencia y gratitud, los ordenados se postraron ante el altar reconociendo el llamado de Jesús. Acto seguido, fueron presentados ante la congregación como siervos consagrados al Padre Celestial. Todos los presentes respondieron con aplausos y alegría, acogiendo a los diáconos como pastores dispuestos a guiar al pueblo de Dios con amor y compasión. La majestuosa escena finalizó con el juramento de sus promesas, sellando un compromiso sagrado con la comunidad y con Dios.

Imposición de Manos: El Toque Divino

Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia fue la imposición de manos, un gesto simbólico en el cual cada diácono se arrodilló ante el altar mientras los sacerdotes presentes, incluido Monseñor Francisco Javier Múnera Correa, impusieron sus manos sobre ellos en un gesto de bendición y consagración. La comunidad, en un respetuoso silencio, observaba con admiración y respeto este momento sagrado. Minutos más tarde, la oración de consagración sacerdotal envolvió a la iglesia con un aura de reflexión y espiritualidad. Palabras impregnadas de gran significado espiritual resonaron en los protagonistas de la mañana y en todos los espectadores tanto presentes como virtual, invocando la bendición del Padre sobre los nuevos sacerdotes.  

Cambio de Vestiduras: Transformación Espiritual

El simbolismo continuó con el cambio de vestiduras, marcando la transición de los diáconos hacia un nuevo capítulo de sus vidas al revestirse con sus ornamentos ministeriales. Este momento, sin duda alguna, representó la autoridad espiritual que ahora reposaba sobre ellos. Todos los presentes admiraban ese momento, pero los más conmovidos eran los familiares de los tres nuevos sacerdotes, quienes, con orgullo y alegría, sostenían los detalles de cada vestimenta en sus manos. Eran millones de sentimientos encontrados que los envolvía, expresados en lágrimas, abrazos y sonrisas. 

Inicio de un nuevo ministerio. 

Durante la Eucaristía, los nuevos padres distribuyeron la comunión a la comunidad, marcando así el inicio de su ministerio pastoral.  

El mismo día, antes de finalizar la celebración, se realizó un acto de reconocimiento a los sacerdotes P. Arnaldo Galvis Barrios y el P. Sahabel Porto Herrera por los 50 años de su “Si” al Señor (1973- 2023) un ministerio de amor, fe y entrega. En este escenario donde 3 nuevos sacerdotes iniciaban su camino, la constancia y entrega de estos dos pastores era un referente de la convicción de servir a Dios y a su iglesia con todo el corazón. 

La ceremonia de Ordenación Presbiteral 2023 quedará grabada en la memoria de todos los presentes como un momento trascendental que unió a toda una comunidad para celebrar el compromiso de nuevos pastores dedicados al servicio de Dios y su rebaño. Toda la Iglesia de Cartagena se une en oración por el nuevo camino pastoral de estos tres jóvenes, para que nuestro Santísimo Padre y la Virgen María los acompañe en el cumplir de su misión y sean parte del gozo y alabanza a Dios en su ministerio. 

Te cantamos, mediador entre Dios y los hombres
Te alabamos, oh, ruta viviente, camino del cielo
Te cantamos, sacerdote de la nueva alianza
Te alabamos, Tú eres nuestra paz por la sangre de la cruz. 

Pueblo de reyes, asamblea santa
Pueblo sacerdotal, pueblo de Dios
Bendice a tu Señor.