Celines Díaz

En este 2023, el Colegio De La Salle Cartagena se convirtió en el epicentro de la música católica en el Caribe durante el festival Femusica. El evento, que reunió a miles de asistentes, contó con la destacada presencia de la artista principal Celines Díaz y el artista invitado Eloy Baeza, quienes cautivaron a la audiencia con su talento y devoción.

Femusica se dedica a ser un espacio destinado a músicos de la fe católica, una herramienta de difusión del evangelio y un soporte fundamental para respaldar las labores misioneras del Movimiento Jornadas de Vida Cristiana, el equipo encargado de impulsar este proyecto.

La presencia del Espíritu Santo se apoderó del escenario. Celines Díaz, con su voz melodiosa y angelical, llenó el público de mucha emotividad. Los presentes se dejaron llevar por su interpretación única y su capacidad para conectar con cada alma presente. Por su parte, Eloy Baeza no se quedó atrás, entregando una presentación y un testimonio igualmente conmovedor para todos.

El evento en su novena versión también destacó por la presencia de Monseñor Francisco Javier Múnera Correa, nuestro arzobispo de Cartagena, y la participación de siete ministerios musicales nacionales e internacionales, entre ellos: Min. Musical el peregrino, Voces de cielo, Júbilo, Agustina Baro Graf, Luis Miguel Luna, Jubilo banda musical, Abdeel y Band con Dios, se unieron para elevar un coro de alabanza y adoración. Los diferentes géneros y estilos presentes en el festival crearon una experiencia musical enriquecedora, reafirmando la universalidad de la música católica y su capacidad para unir a personas de diferentes culturas y orígenes.

Los organizadores del festival lograron crear una atmósfera de fraternidad, con emprendimientos de comidas rápidas y camisetas para colecta de fondos. Los asistentes, en su mayoría jóvenes, expresaron su gratitud por la oportunidad de vivir una experiencia que fortaleció su fe y les brindó momentos de inspiración y reflexión.

Desde los amplios espacios del Colegio La Salle, que fueron sede de esta versión del Festival, con una vista en exterior que terminó cubierta de un ocaso maravilloso, las familias, parejas, amigos disfrutaron, alabaron, oraron y elevaron sus voces conectadas a Dios con cada Ministerio presentado. Laimagen de la virgen en tarima, como se dispuso en este festival, representó la intercesión y protección de nuestra madre como un reflejo de la guianza para esta versión, así también cada uno de los elementos y espacios de este Festival complementaron la espiritualidad reinante en los corazones de todos; se llenó el ambiente de gozo, esperanza y alegría: una alegría elevada al cielo.

Los asistentes se despidieron, anhelando ya la próxima edición de este festival que ha demostrado ser mucho más que música: una experiencia que alimenta el alma y fortalece la fe.