Padre Rafael Castillo Torres

La Iglesia en Colombia, consciente de que el Evangelio de Jesús nos llegó por el mar y subió por nuestros ríos, se ha mostrado siempre solícita con la gente del mar; con sus puertos; sus instituciones marítimas y navieras; sus marinos, pescadores y voluntarios de este apostolado, promoviendo, en sus mares y ríos una espiritualidad que, mientras va navegando sobre las aguas, se va anclando en tierra firme. Espiritualidad que ha crecido bajo el amparo y la protección de la Virgen del Carmen, la Stella Maris, patrona de Marinos y pescadores y cuya festividad celebraremos el próximo 16 de julio.

Nos anima para este IV Encuentro Nacional del Apostolado del Mar el saber que, desde nuestros orígenes, hemos sido cercanos y sensibles a la gente del mar.  Es algo que la Iglesia ha hecho desde siempre. Todo comenzó en Galilea junto al mar y muchos de los que iniciaron el anuncio del Evangelio eran verdaderos marinos curtidos en las artes pesqueras. La expansión del evangelio estuvo siempre ligada a aquellas travesías tempestuosas que nos relata el libro de los Hechos de los Apóstoles como las de Pablo; o a experiencias junto al río en que una mujer, como Lidia, crea la comunidad de Filipo. 

Estar junto a marinos y pescadores, nos ha enseñado que cuando ellos se adentran en el mar, ríos, ciénagas y lagunas, empiezan una travesía sin seguridades. Travesía que suelen afrontar sin la compañía de sus seres queridos, quedando, únicamente, en las manos de Dios y contando con la protección de la Virgen del Carmen.

También reconocemos que la vida de marinos y pescadores son vidas que exigen justicia social, trabajo digno y reconocimiento a su identidad cultural, así como la defensa de sus ecosistemas frente a la sobreexplotación de los recursos naturales y la destrucción de sus comunidades. 

Estas son las razones pastorales que nos llevan a encontrarnos como Iglesia del 27 al 29 de julio del año en curso, en la ciudad de Cartagena de Indias.  En esta ciudad, portuaria y pesquera, entorno seguro para marinos y pescadores, se celebrará el III encuentro Nacional del Apostolado del Mar y de los Ríos bajo el Lema: ¡Naveguemos juntos!  Queremos celebrar la cultura del encuentro en espíritu sinodal como nos lo ha pedido el Papa Francisco en este momento de nuestra historia en que, como Iglesia, necesitamos renovar nuestro compromiso con esos grandes retos que dignifican el trabajo de los marinos y pescadores.

Nos daremos cita, los señores obispos, sacerdotes, consagrados, instituciones y agentes de pastoral, acogiendo el llamado del Papa San Juan Pablo II en el Motu Proprio Stella Maris de hace 25 años en que nos invita a salir al “encuentro de las exigencias de la peculiar asistencia religiosa que necesitan los hombres que trabajan en el comercio marítimo o en la pesca, sus familias, el personal de los puertos y de todos los que emprenden un viaje por mar” (Stella Maris I, 1) y nos recuerda también, que “es derecho y deber del obispo diocesano ofrecer con solícito celo la asistencia pastoral a todos los hombres del mar que, aunque sea durante breve tiempo, residan en el ámbito de su jurisdicción” ( Stella Maris, XII, 1).

Queremos seguir, desde Cartagena de Indias, el ejemplo insigne de San Pedro Claver, quien solía ver desde su celda la llegada de barcos al puerto negrero y salía inmediatamente a acoger a todos los esclavizados que llegaban y ofrecerles esperanza y dignidad.

Confiamos a la Virgen del Carmen este navegar juntos con la esperanza de fortalecer y consolidar el Apostolado del Mar, como las Stella Maris en Colombia y llegar, con ella, a puertos más seguros, más humanos y justos para nuestros marinos, pescadores y gentes del mar.