No se puede servir a dos señores: a Dios y al dinero.

La Arquidiócesis de Cartagena, consciente de su misión pastoral de contribuir a la moral de la vida pública desde los valores del Evangelio y frente a los hechos recientes conocidos por todos y que dejan en evidencia la forma como se ganan unas elecciones, se negocian unos contratos y se compromete todo el erario público de la ciudad y el departamento, hace conocer a la opinión pública de Cartagena y de Bolívar el siguiente comunicado:

1. Los hechos que destruyen la esperanza de muchos

• Una descomposición social que ha tocado de manera muy grave las instituciones políticas de la Ciudad y el Departamento.

• El deterioro cada vez más creciente de la confianza en la realidad política y en muchos de sus gestores más importantes, en un momento tan trascendental como son las elecciones del próximo 27 de octubre.

• La idolatría que hoy se rinde a los dioses del poder y del dinero, causa principal de una corrupción que se expresa en la codicia por obtener bienes materiales, en forma indebida y a cualquier costo.

• La desesperanza de muchos ciudadanos que, ante hechos escandaloso como los ya conocidos, sienten que se aleja el horizonte de la justicia social, especialmente para los más pobres.

2. La Palabra de Dios nos enseña y la Iglesia nos recuerda.

• ¿Cómo unir lo dividido, poner orden en la confusión, nivelar las desigualdades y acabar con la corrupción ordenando las esperanzas de lo temporal, sin cerrarnos a la acción de Dios? Son preguntas que nos han acompañado en estos días de reflexión y oración en los que la Palabra de Dios nos ha enseñado: “El que ha sido digno de confianza en cosas sin importancia, será digno de confianza también en las importantes y el que no ha sido honrado en las cosas mínimas, tampoco será honrado en las cosas importantes. Por lo tanto, si ustedes no han sido dignos de confianza en manejar el sucio dinero, ¿quién les va a confiar los bienes verdaderos? Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al Dinero.» (Lucas 16, 10-13). También el Papa Francisco nos ha recordado a propósito de la corrupción: “Lo que se haga para luchar contra este flagelo social merece la mayor de las ponderaciones y ayudas. Y esta lucha nos compete a todos”.

3. La invitación que hacemos a todos.

• A la ciudadanía en general a que no seamos indiferentes frente al momento de especial vergüenza que vivimos ante la opinión pública, lo cual nos ha hecho objeto de burlas y rechazo a nivel nacional.

• La Iglesia de Cartagena invita a todos los creyentes a mantener en la oración el sabio consejo del apóstol Pablo a Timoteo: “Querido hermano, ruego, lo primero de todo, que se hagan súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias, por toda la humanidad, por los gobernantes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos llevar una vida tranquila y sosegada, con toda piedad y respeto”. (Timoteo 2, 1-2).

• A la institucionalidad pública y a los entes de control del Estado, les recordamos que la calidad de vida de nuestra gente depende de la salud de sus instituciones. Estas fueron creadas para que funcionen. De los entes de control la ciudadanía espera una respuesta concreta, pronta y escrita que nos devuelva la certeza y la confianza. No tengan miedo de cumplir con su deber.

• A los políticos los invitamos a tener presente que sólo en la solidaridad y en la honestidad, podremos construir una sociedad donde todos tengamos cabida. Dos cosas les piden los ciudadanos: que asuman un estilo de vida honesto, sencillo y austero y que ejerzan sus responsabilidades públicas como un servicio al bien común.

• A los empresarios, gremios y a la sociedad en general los invitamos a abrir espacios de conciencia, discernimiento y compromiso. Las crisis también nos pueden hacer más humanos y más cristianos.

• A los medios de comunicación social los exhortamos a que sean obedientes a la verdad, conserven la utilidad social de la información y procuren siempre seguir informando y formando la opinión pública. Será un servicio siempre agradecido.

Cartagena, septiembre 27 de 2019.

Monseñor Jorge Enrique Jiménez Carvajal, Arzobispo de Cartagena

Padre Sahabel Porto, Vicario General

Padre Rafael Castillo Torres, Vicario de Pastoral