El Papa Francisco dirigió un mensaje a las Academias Pontificias que celebraron ayer su 18º Sesión Pública con el tema “Oculata Fides. Leer la realidad con los ojos de Cristo”; en su texto, el Santo Padre recordó que “la fe conoce cuando está unida al amor, en cuanto el amor mismo aporta luz”.

El texto, leído por el Secretario de Estado, Mons. Pietro Parolin, recuerda que el tema de este año remite a una frase de Santo Tomás de Aquino, citada en la encíclica Lumen Fidei y que las Pontificias Academias debaten la relación entre dicho documento y la reciente exhortación apostólica “Evangelii Gaudium”.

“En ambos documentos invito a reflexionar sobre la dimensión ‘luminosa’ de la fe y la conexión entre fe y verdad… a la luz de la perspectiva del amor. La fe conoce en cuanto está unida al amor, en cuanto el amor mismo aporta luz. La comprensión de la fe nace cuando recibimos el gran amor de Dios que nos transforma interiormente y nos da ojos nuevos para ver la realidad”, expresó el Papa.

Indicó que “de aquí se derivan importantes consecuencias tanto para el actuar de los creyentes, como para el método de trabajo de los teólogos: ‘La verdad queda hoy reducida a la autenticidad subjetiva del individuo, válida sólo para la vida de cada uno. Una verdad común nos da miedo, porque la identificamos con la imposición intransigente de los totalitarismos”.

“Sin embargo, si es la verdad del amor, si es la verdad que se desvela en el encuentro personal con el Otro y con los otros, entonces se libera de su clausura en el ámbito privado para formar parte del bien común…En lugar de hacernos intolerantes, la seguridad de la fe nos pone en camino y hace posible el testimonio y el diálogo con todos”.

“Esta perspectiva -la de una Iglesia en camino y toda misionera- se desarrolla en la Exhortación apostólica sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual. El ‘sueño de una opción misionera capaz de transformarlo todo’ atañe a la Iglesia entera y a cada una de sus partes”, añadió.

En ese sentido, Francisco dijo que “también las Academias Pontificias están llamadas a esta transformación para que al Cuerpo eclesial no le falte su aportación. No se trata, sin embargo, de operaciones exteriores, de ‘fachada’. Se trata, más bien, para vosotros de concentraros todavía más ‘en lo esencial, que es lo más bello, lo más grande, lo más atractivo y al mismo tiempo lo más necesario’”.

El Santo Padre concluye su mensaje con el nombre de los galardonados este año con el Premio de las Pontificias Academias a los jóvenes estudiosos de teología que dan su aportación a la promoción de un nuevo humanismo cristiano. Se trata, en esta ocasión, del reverendo Alessandro Clemenzia por su obra “En la Trinidad como Iglesia. En diálogo con Heribert Mühlen” y la profesora Silvia Vaccarezza por “Las razones de lo contingente. La sabiduría práctica entre Aristóteles y Santo Tomás de Aquino”.

(ACI/EWTN Noticias).-