Si fuera “posteado” este título hace 5 o 6 años creo que me fueran tildado de anti evangélico, o algo así, pero hoy en día es mucho más claro que estos nuevos medios de comunicación son también  el nuevo campo de la evangelización donde todos estamos llamados a lanzar las redes.

Las redes sociales como medio de evangelización exigen de parte de la Iglesia no solo el anuncio del Reino, sino la utilización de todas las herramientas que ayuden a que este anuncio sea bien entendido y posea gran atractivo para los jóvenes, sobre todo para quienes se encuentran muchas de sus horas en estos medios.

Pero es cierto también que estos nuevos medios tienen sus dificultades y no pocas críticas, pues muchos consideran que están haciendo que los jóvenes se distancien del contacto personal con sus familiares, amig@s, en otras palabras que las relaciones se despersonalicen.

En este sentido, yo diría más bien que estamos tratando de culpar al equivocado, nuestra sociedad vive en un tiempo de crisis en sus instituciones, entre estas la familia, además hoy en día no podemos considerar igual las relaciones del pasado. Y si despersonalizan tampoco creo, pues muchas de las conversaciones que se hacen a través de estos medios son solo prolongación de otras tenidas personalmente, solo que estos medios nos dan la facilidad de expresar y decir nuestros sentimientos e ideas aun estando lejos y de una manera muy práctica.

Veía algún día un comentario en Facebook, algo así como que, “cuando me ves no me hablas y cuando estamos en el chat me declaras todo tu amor”, no creo que esto sea consecuencia de estos medios, solo que  las formas han cambiado, para muchos es difícil expresar sus sentimientos enfrente de aquella persona pero cuando es solo a través del medio escrito, les es más fácil.

No es un problema ni de ahora ni de estos medios, son medios que tenemos que aprender a usar, si es cierto, sin llegar a un abuso de estos y menos como lo mostraban en un comercial de cómo a veces, estando con muchas personas alrededor nos distanciamos de estas y hasta es como si no existieran.

En palabras de Juan Pablo II en Haití hoy la evangelización debe ser nueva en su ardor, en sus expresiones y en sus métodos, creo que en estos medios encontramos una nueva forma de evangelizar, rica en muchas formas pero teniendo claro que siempre se base en la Palabra de Dios, que ha sido revelada, y en la persona de Jesucristo.

Me siento también muy afortunado al poder tocar este tema en el marco del sínodo de la Nueva Evangelización donde el Espíritu Santo quiere seguir impulsando a su Iglesia a “remar mar a dentro”, a tirar las redes precisamente en la red del mundo virtual que, hoy por hoy, es un nuevo campo de relaciones humanas y encuentros fraternos, sin ocultar que en estos no solo encontramos buenos recursos, sino como en todo siempre “la zarza crece junto al trigo.

Es tarea pues de todos los Evangelizadores Virtuales edificar un mejor entorno virtual y más cristiano para llegar cada día a más personas que necesitan de una Palabra de Vida, creo que en estos medios se cumplen las palabras del Señor cuando nos envía a evangelizar a todas la gentes y que mejor lugar que el internet, lugar de Evangelización. Cabría hacernos una pregunta frente a este tema, ¿Qué tanto evangelizo a través de las redes sociales?

He querido solo plasmar ciertas ideas acerca de este tema pero no es mi intención abarcarlo en su totalidad, ciertos documentos de la Iglesia son muy valiosos para esto, algunos de ellos son: Inter mirifica[1], la comunicación social en América Latina[2], Mensaje de Juan Pablo II a los comunicadores sociales de UNDA, OCIC y Signis[3] y por ultimo un Compendio de Mensajes de las Jornadas Mundiales para las Comunicaciones Sociales[4]

Por: Alexander Castañeda Useche, Seminarista

[1] Concilio Vaticano II

[2]Tercera conferencia general de los obispos latino-americanos sobre la «Evangelización hoy y en el futuro de América Latina (PUEBLA, MEXICO 1979)

[3]OSSERVATORE ROMANO, miércoles 21 de noviembre de 2001. Audiencia del Papa Juan Pablo II a los participantes del Congreso Mundial de OCIC-Unda, texto original del discurso en inglés.

[4]https://es.catholic.net/comunicadorescatolicos/576/2525/articulo.php?id=32950