Este tiempo de oración y cuidado de la creación comienza desde el 1º de septiembre hasta el 4 de octubre «Día de San Francisco de Asís», patrono de la Ecología.

Es un tiempo donde se desarrollan proyectos, iniciativas y movilizaciones para proteger la creación. Es un tiempo para vivir la fe, dar testimonio de ella y cuidar la creación que se nos ha dado como don. Es un tiempo para renovar nuestra relación con el Creador y con toda la creación, por medio de la celebración, la conversión y el compromiso.

Es un tiempo en el cual todos los cristianos nos unimos en oración, adoración y acción por nuestra Casa Común.Debemos despertar ante la urgente necesidad de sanar las relaciones con la Creación, con Dios y con nuestros-as hermanos-as.

Con tanta injusticia a nuestro alrededor, es el momento para que los cristianos nos unamos y le mostremos al mundo como nos amamos los unos a los otros y como amamos a la Creación, es decir, poner en práctica la Carta del papa Francisco: Laudato Si «Alabado Seas».

¿Qué es el Tiempo de Creación?

“Recordando la exhortación de san Pablo de alegrarse con los que se alegran y llorar con  los que lloran (cf. Rm 12,15), lloremos con el amargo grito de la creación, escuchémoslo y respondamos con hechos, para que nosotros y las generaciones futuras podamos seguir alegrándonos con el dulce canto de vida y esperanza de las criaturas”. (MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR EL CUIDADO DE LA CREACIÓN .1 de septiembre de 2022)

¿Por qué es importante?

Actuar durante el Tiempo de la Creación es vivir nuestra fe católica. 

La Iglesia, siguiendo las enseñanzas de Jesús, desde la Doctrina Social, a lo largo del tiempo ha exhortado a los creyentes a trabajar por el bien común, lo que requiere dignificar la vida en todas sus formas, cuidar a la casa común, comprometerse en la construcción de sociedades más justas, solidarias, fraternas y en paz, entre otros aspectos fundamentales para alcanzar lo que el Papa Francisco en Laudato Si denomina ecología integral.

A menudo, cuando se habla de creación se relaciona con la naturaleza, los animales, los paisajes, el sol, la luna, pero pocas veces se toma conciencia que el ser humano es el culmen del trabajo creador del Padre, “vio entonces Dios todo lo que había hecho y todo era muy bueno” (Gn 1,31), nos dice la Sagrada Escritura, dando a entender que Dios, después de la creación del hombre y de la mujer se complace al ver todo su trabajo.  

Respecto a esto, es importante mencionar que, en la Biblia, hay diferentes referencias a la obra creadora del Padre, quién hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos (Rm 4,24) y, además, con amor lo dispone todo para sustentar y promover la armonía: “Fíjense en las aves del cielo; ni siembran ni cosechan ni guardan en graneros, y sin embargo el Padre celestial las alimenta” (Mt 6,26).

Es decir, no solo es un Dios creador, sino un Padre amoroso que cuida con ternura la obra de sus manos y tiene un sueño de fraternidad para la humanidad entera.

De acuerdo con lo anterior, el Tiempo de la Creación es una celebración que permite que todas las personas nos reconozcamos “obra del acto creador del Señor”, contemplemos la naturaleza y todo lo que habita en ella, y cuidemos nuestra Casa Común.

Es necesario que todos los creyentes nos integremos a la celebración del Tiempo de la Creación. Dado que “lo que era bueno a los ojos de Dios se ha convertido en una cosa explotable en las manos del hombre”, y es urgente que como Iglesia implementemos acciones concretas con el cuidado y preservación. 

Como el Papa Francisco escribió en Laudato Si’, “‘Se necesitan los talentos y la implicación de todos para reparar el daño causado por el abuso humano a la creación de Dios’. Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades” (LS 14).

La historia del Tiempo de la Creación

En 1989 el Patriarca Ecuménico Dimitros I proclamó el 1 de septiembre como el Día de Oración por la Creación para los ortodoxos.

Posteriormente, el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) extendió la celebración hasta el 4 de octubre, día de San Francisco de Asís. Por su parte, en 2015 el Papa Francisco hizo oficial el Tiempo de la Creación para la Iglesia Católica Romana. 

Al respecto, el Papa Francisco expresó en 2015:

“La Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que se celebrará anualmente, ofrecerá a cada creyente y a las comunidades una valiosa oportunidad de renovar la adhesión personal a la propia vocación de custodios de la creación, elevando a Dios una acción de gracias por la maravillosa obra que Él ha confiado a nuestro cuidado, invocando su ayuda para la protección de la creación y su misericordia por los pecados cometidos contra el mundo en el que vivimos. La celebración de la Jornada en la misma fecha que la Iglesia Ortodoxa será una buena ocasión para testimoniar nuestra creciente comunión con los hermanos ortodoxos”.

El Papa y el Vaticano

En los últimos años, el Papa y el Vaticano han mostrado un liderazgo más profético al animar firmemente a todos los católicos a participar en el tiempo ecuménico.

Monseñor Bruno-Marie Duffé, Secretario del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, ha escrito cartas invitando a todos los católicos a «unirse a la familia ecuménica en la celebración del Tiempo de la Creación».

Mons. Duffé ha repetido el llamamiento del Papa Francisco para que todos los católicos se unan al tiempo y también ha animado a “los obispos y a los organismos eclesiales a hacer declaraciones para sensibilizar sobre esta celebración, ayudando a los fieles a descubrir que ‘vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana” (LS 217).

Un tema nuevo cada año

Cada año, el Comité Directivo Ecuménico sugiere un tema y proporciona recursos que orientan la celebración del Tiempo de la Creación; en 2019 el tema fue “Red De Vida”, el Papa Francisco dirigió un mensaje con motivo de la celebración donde expresó“Fuimos pensados y llevados al centro de una red de vida compuesta por millones de especies unidas amorosamente por nuestro Creador”

Durante la celebración, se pudo reflexionar sobre cómo cada uno de nosotros puede y debe involucrarse para seguir tejiendo la Red de la Vida a la cual todos pertenecemos. 

El tema de 2020 fue “Jubileo Por La Tierra”, el Papa también compartió un mensaje en el que nos recordó que “en la Sagrada Escritura, el Jubileo es un tiempo sagrado para recordar, regresar, descansar, reparar y alegrarse”. Se trató de un año marcado por una nueva realidad, en la que todos los seres humanos recordamos que somos vulnerables y que, además, necesitamos de los otros para subsistir, la pandemia de COVID 19, aún con todo el dolor causado fue y sigue siendo, una oportunidad para que todos volvamos los ojos a Dios.

Con alegría, pudimos constatar que durante el Tiempo de la Creación 2021, miles de personas y comunidades participaron en eventos vivificantes, iluminando el camino de nuestras hermanas y hermanos más vulnerables, que buscan esperanza en medio de una pandemia y del recrudecimiento de la crisis climática, entre otras crisis que afectan a nuestro mundo.