• Las conclusiones de la Asamblea Arquidiocesana revelaron una Iglesia en salida que reconoce los signos de los tiempos.
  • Más de 500 participantes programaron el año pastoral 2026, respondiendo a las necesidades de Cartagena.

Cartagena de Indias, D.T. y C., noviembre 15 de 2025
La Asamblea Arquidiocesana de Pastoral fue el espacio perfecto para evaluar y reflexionar sobre la realidad cartagenera bajo la mirada de la fe.
Para este tercer día, la jornada estuvo llena de momentos de espiritualidad y fraternidad, compartiendo el Itinerario de la Misión Permanente, el cual constituye la hoja de ruta de las comunidades en la Arquidiócesis de Cartagena.

Una Iglesia viva y sinodal
A lo largo de los tres días de la asamblea, los participantes escucharon la realidad en clave sinodal, de manera que, aunque se presentaron cifras alarmantes, es posible transformarlas bajo una mirada esperanzadora.
No es casualidad que la Asamblea Arquidiocesana se realice durante las Fiestas de la Independencia; la Iglesia también hace parte de la celebración de ciudad, comprometiéndose con la restauración del tejido social bajo una mirada pastoral.

Construir Iglesia requere de la participación de todos sus miembros: sacerdotes, religiosos y religiosas y laicos con todos sus carismas. Se enfatizó en la necesidad de escuchar activamente a todas las esferas de la sociedad para promover la participación, la comunión y la misión, en aras de contruir un mundo más justo y equitativo.

En su homilía, Monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena, resaltó la importancia de mantener la memoria viva y de conocer la historia de la Iglesia. «La historia es la herencia que tenemos», resaltó, invitando también a leer esta historia con gratitud con el pasado, confianza en el presente y esperanza en el futuro.

Una Iglesia que responde a los desafíos
Un punto importante que se destacó en esta asamblea fue el papel de la Iglesia en lo procesos sociales.
Así, se planteó el reto de contruir una Iglesia que sea capaz de hacerle frente a los desafíos de la ciudad, y no solo esto, sino que sea coherente entre lo que profesa y lo que actúa.

Es necesario destacar que, finalizando el Año Jubilar, la Iglesia de Cartagena se prepara para vivir la renovación de su Plan Arquidiocesano de Pastoral, el cual marca el camino a recorrer en cada uno de los servicios y vocaciones, durante un periodo de 10 años.
Además, empieza la cuenta regresiva para celebrar los 500 años de su presencia en la ciudad, marcando el impacto que ha tenido la Iglesia en la construcción de la sociedad cartagenera.

Sin duda, esta Asamblea Arquidiocesana de Pastoral ha arrojado luces sobre cómo construir procesos más humanos, que respondan a las necesidades del pueblo, y que se involucren en las realidad complejas y los desafíos que plantea la sociedad cartagenera y bolivarense.