Comencemos este escrito con la pregunta ¿Por qué los católicos veneran a los Santos? En primer lugar, debe entenderse bien que los católicos no adoran a los santos, sino que se veneran de una manera muy especial, por su ejemplo de vida y sus grandes virtudes. A María se le honra y se le venera como Madre de Dios y Madre nuestra, la reverencia y honor tributada a ella es muy superior a la que la Iglesia tributa a sus santos, por consiguiente, la adoración es exclusiva a Dios que es uno y en tres personas distintas.

Los motivos que tenemos para venerar en este caso a Jesús Aníbal Gómez Gómez es: saber que es un joven Seminarista, nacido en tarso Antioquia, aunque es poco conocido hoy en medio del pueblo colombiano, éste hombre fue beatificado el 13 de octubre de 2013, por el Papa Francisco.

Jesús Aníbal fue mártir de la Iglesia Católica en España a la edad de 22 años, pertenecía a la orden de los claretianos junto a 13 seminaristas asesinados durante la Guerra Civil española (1936-1939).

Éstos tan desconocidos Beatos en nuestros pueblos, pero tan real en nuestra historia, ha dicho el Papa Francisco en su mensaje de beatificación a estos mártires: «son cristianos ganados por Cristo, discípulos que han aprendido bien el sentido de aquel amar hasta el extremo que llevó a Jesús a la cruz».  Para nosotros que también nos formamos y somos invitados por el dueño de la mies, estamos llamados a anunciar el Evangelio sin límite, a enseñar a todos los pueblos, razas y naciones, estando dispuestos a dar todo por Jesucristo, incluso hasta la vida si es necesario.

Veneramos un hombre igual como nosotros, que durante su tiempo vivió entre nosotros y como nosotros, que se destacó por su humildad y sencillez, que quiso dejar sus tierras para ir a donde por obediencia se le había encomendado, aunque era joven, decidió entregar su juventud solo al Señor, aun sin importar los peligros y los ataques que en el camino encontró. Él siguiendo los pasos de ser misionero y evangelizador en otras tierras distintas a la propia, supo enamorarse de Cristo, amarlo con todo el corazón, y fue tanta su entrega por él, que prefirió el martirio antes que renegar sobre su fe y su entrega a Dios.

Éste testimonio de Martirio del Beato Jesús Aníbal Gómez y sus compañeros mártires, nos siguen enseñando que hoy se puede ser santo, desde la vivencia de la fe, cambiando lo que es malo, por lo que es bueno ante los ojos de Dios, testimoniando nuestra fe, como lo están haciendo hoy miles de religiosos y fieles en todo el mundo, derramando su sangre por una única Verdad, defendiendo su fe, sus creencias y Tradiciones.

Por lo tanto, los que pertenecen a Cristo deben dejarse conducir por el Espíritu, queriendo renunciar al pecado y tener la decisión de confiar en Dios y creer en él; porque la vida que tengo es la que debo vivir en la verdad, y viviendo esto me puede costar hasta la vida y este testimonio me lo da el Espíritu y por eso el hombre puede ser capaz de asumirlo, es verdad que cuesta dar testimonio de la Verdad por eso hay que pedir esa fuerza al Espíritu,

Conozcamos a nuestros Beatos y Santos Colombianos e imitemos, sus virtudes, para seguir el camino de santidad, el cual es la voluntad del Padre Celestial, “Sed santos como Yo el Señor Soy Santo” 1Tes 4,3.

Por: Nicolás Johan Mora Zapata, seminarista II de teología

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