• Los asistentes al Congreso de Sanación y Liberación vivieron una experiencia renovadora.
  • El congreso contó con 2 días de formación y espiritualidad y más de 2000 asistentes presenciales y virtuales.

Este fin de semana se realizó el Congreso de Sanación y liberación organizado por la Renovación Carismática Católica de Cartagena. Los asistentes se dieron cita en la casa de oración María de Nazaret para vivir un encuentro con Cristo Vivo y Resucitado, a través de la persona del Santo Espíritu.

El evento contó con la participación del padre Andrés Cerezo, sacerdote de los Siervos del Espíritu Santo, y del padre Iván Ruiz, asesor de la Renovación Carismática en la ciudad.

El padre Andrés Cerezo estuvo a cargo de la primera charla el día 28 de septiembre, la cual estuvo enfocada en el perdón, la sanación y la liberación “No hay forma de sanar sino a través del perdón. La misericordia es la forma como Dios perdona”, afirmó. En cuanto a esta misericordia de Dios expresó “no es un acto de justicia sino una caricia que sana nuestras heridas. Dios no perdona con un secreto, sino con una caricia, acariciando nuestras heridas”.

Como un mensaje especial, se tuvo un homenaje mariano para exaltar a la Reina del Cielo y pedir su especial intercesión en el proceso de sanación.

Durante la jornada de la tarde la enseñanza estuvo enfocada en la sanación interior y la fuerza de la oración, a cargo del Padre Iván Ruíz. Al respecto, siguiendo la cita de Romanos 8,28 “todo sucede para bien de los que Dios ama”, el Padre explicó la tendencia humana de la inmediatez, “queremos que todo sea exprés y que nuestros problemas se resuelvan rápidamente, pero Dios no actúa según nuestro ritmo”.

En contraste, la fe y la confianza en Dios nos permiten esperar en Él, reconociendo que está trabajando en nuestra vida. En este sentido, la importancia de identificar las heridas y adquirir responsabilidad en el proceso sanación. Lo que le “pedimos al Señor” influye en ese mismo proceso de reconocimiento. “La vida sacramental y la oración son grandes herramientas para enfrentar cualquier problema” expresó. Además, enfatizó en “no dejar la responsabilidad de la sanación al tiempo. Si usted tiene que perdonar y sanar, tome la decisión y empiece el proceso”.

Al caer la tarde, se finalizó la jornada con una eucaristía, presidida por el Padre Iván Ruiz.

El mensaje principal de ese primer día fue un llamado a la libertad; a ser hombres nuevos con un corazón renovado, lleno del amor y de la misericordia del Señor.

El testimonio edifica la Iglesia

El segundo día, 29 de septiembre, se inició con una oración especial pidiendo la presencia del Espíritu Santo y, posterior a esta, se dio paso a la formación a cargo del padre Andrés Cerezo. “La vida cristiana es un combate permanente”, señaló, resaltando que es necesario asumir las consecuencias de las malas decisiones de la vida, pero que, como hijos de Dios, podemos vencer el mal.

Un punto importante de este segundo día fue la adoración eucarística y la presentación de los testimonios; momento en el cual los participantes del congreso pudieron expresar su sentir con respecto a las enseñanzas y sus historias de vida.

Para finalizar el congreso se realizó la Eucaristía, donde se entregó todo lo vivido y se pronunció una acción de gracias por este fin de semana lleno de la presencia del Espíritu Santo.

Transmisión completa del congreso