Cada año, el Obispo, reunido con su presbiterio y los fieles de la Arquidiócesis se reúne para celebrar la misa Crismal, en la cual se bendicen los óleos de los enfermos y de los catecúmenos y se consagra el Santo Crisma.

Esta celebración hunde sus raíces en el pueblo de Israel, el cual empleaba el aceite en muchas circunstancias como medio de sanación, consagración, protección. Posteriormente, el cristianismo adoptó el aceite u óleo, proveniente del olivo, como un sacramental. La celebración Crismal tiene sus antecedentes en el Siglo IV, con san Silvestre I, quien hace alusión a una misa donde el obispo bendice un aceite llamado Crisma. Posteriormente, muchos santos padres lo mencionaron en sus escritos y las disposiciones litúrgicas han ido variando las formas de la celebración hasta nuestros días. Donde se ubica la Misa Crismal el jueves santo en la mañana, pero, por disposiciones pastorales puede celebrarse en una fecha cercana a la Pascua.monse

En esta misa, los sacerdotes, unidos al Obispo renuevan sus compromisos hechos el día de su ordenación y, luego de bendicen los Santos Aceites que se usarán a lo largo del año en distintos sacramentos. El óleo de los enfermos se reserva para la Unción de los enfermos, con el fin de que Dios los fortalezca en medio de sus sufrimientos. El óleo de los catecúmenos sirve para ungir a los hermanos que van a ser bautizados. El Santo Crisma es un óleo especial, el cual se mezcla con aromas y se emplea en la Confirmación, la Ordenación de presbíteros y Obispos, en el Bautismo y en la Consagración de altares.

La Arquidiócesis de Cartagena celebró su misa Crismal el Lunes Santo en el Coliseo del Colegio Biffi, en horas de la mañana, la cual fue precedida de la clausura de la primera etapa del itinerario de la familia y, posterior inauguración de la segunda etapa: Familia, ¿Cómo vives? A la cual asistieron las pequeñas comunidades de la misión permanente.

La celebración fue presidida por Monseñor Jorge Enrique Jiménez, y concelebrada por el presbiterio de Cartagena en pleno, hubo presencia de comunidades religiosas, movimientos eclesiales y demás fuerzas vivas de la pastoral de la Arquidiócesis.

Octavio Martinez – Comunicador del CEVA