Cartagena, septiembre 16 del 2017

Queridos sacerdotes, religiosos y religiosas y fieles laicos de la Arquidiócesis de Cartagena:

Los saludo con especial cariño este domingo, día del Señor, y cuando todavía sentimos la alegría y el gozo que nos ha traído la presencia del Papa Francisco en nuestra Arquidiócesis. Ciertamente como dice el salmo: “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”.

El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia nos ha invitado a que este domingo, en todas las Diócesis del país, demos gracias al Señor por la visita del Papa Francisco a Colombia. Unámonos todos en una sola oración. Demos gracias a Dios porque nos ha regalado un gran Pastor que ha querido venir a visitar a sus ovejas colombianas con gran aprecio, con alegría, con una gran cercanía, con una Palabra viva que ha encendido nuestros corazones y ha renovado nuestra experiencia del Señor Jesucristo y de pertenecer a nuestra Iglesia Católica. Que esta oración de Acción de Gracias resuene en toda Colombia y de una manera especial en la Arquidiócesis de Cartagena que tuvo el privilegio de ser visitada personalmente por la Papa Francisco. Y pidámosle al Señor para que cuide al Papa Francisco, lo proteja, le regale la salud que necesita para realizar este ministerio tan hermoso que realiza con todos los fieles católicos del mundo. Y que esta oración no sea solo este domingo, sino todos los días de nuestra vida.

Pero igualmente en esta comunicación quiero darle gracias a todos sacerdotes, religiosos y religiosas y fieles laicos de la Arquidiócesis de Cartagena por su participación y por su colaboración para que nuestras comunidades se prepararan a este paso tan especial del Señor por nuestra Arquidiócesis. Nuestros sacerdotes realizaron una tarea muy importante en cada una de sus parroquias y en cada uno de sus servicios pastorales. Esto se notó plenamente en la participación alegre y gozosa en todos los lugares donde tuvimos la dicha de escuchar y celebrar con el Papa Francisco lo que hace Dios entre nosotros. Muchas gracias a todos los laicos, no solamente por su presencia, sino también por su apoyo, solidaridad y alegría. Personalmente sentí que verdaderamente formamos una sola familia y que somos hermanos. Gracias por todos los que colaboraron en la coordinación o en la ayuda a tantos servicios que necesitamos para que la visita fuera verdaderamente exitosa. Para mí sería muy largo hacer la lista de tantas personas que nos ha ayudado. Como lo hice en el saludo de despedida al Papa Francisco en CONTECAR quiero particularmente darle gracias al Capitán Alfonso Salas y a CONTECAR. Sin su generoso apoyo no hubiéramos podido realizar lo que hemos realizado. Igualmente pienso en todos los sacerdotes y laicos que nos colaboraron de manera tan generosa; los voluntarios en su inmensa gran mayoría Jóvenes, que de una manera callada y eficaz nos dieron la oportunidad de gozar de esta fiesta de una manera organizada y acogedora. Pero igualmente quiero destacar de manera muy especial el servicio del Padre Javier Rosanía. Con qué generosidad y eficacia logró coordinarnos a todos para que saliéramos adelante en el desafío de responder al regalo más grande que Dios ha dado a nuestra Arquidiócesis: la Visita del Papa Francisco a Cartagena. Yo que estuve cerca del Padre Javier y de quienes coordinaron las diversas comisiones que adelantaron el trabajo doy testimonio de la sencillez, la humildad, la eficacia, la alegría y la fe con la cual realizaron sus servicios. Por eso damos gracias a Dios por la visita, pero igualmente damos gracias a todos los que colaboraron, varios centenares de personas, y de muchas maneras para que saliéramos adelante en este acontecimiento tan importante de la visita del Papa Francisco.

Bendiciones para todos, y les recuerdo que nos quedan tareas muy importantes para que las enseñanzas que el Papa nos dejó, las podamos hacer realidad en nuestra Iglesia, en nuestros pueblos y en nuestra ciudad. Para eso los convoco a todos a que con mucho entusiasmo vayamos estudiando las enseñanzas del Papa Francisco en la Costa Caribe y en Colombia y podamos volverlas un proyecto que renueve a Colombia, a Cartagena, a nuestra Iglesia colombiana y en especial a nuestra Iglesia Arquidiocesana de Cartagena.

Los recuerdo a todos con mucha alegría y agradecimiento.

Afectísimo en Jesús y María

+Jorge Enrique Jiménez Carvajal
Arzobispo de Cartagena