Padre Hernán Toro: ejemplo de amor y servicio.
El Padre Hernán Toro, que dedicó su vida al servicio de la Iglesia, falleció el pasado 4 de febrero del presente año 2022. En su tierra Cartago. Oremos por su eterno descanso y agradecemos su valioso servicio pastoral en nuestra Arquidiócesis de Cartagena, acompañando las Parroquias Corazón de María, La Divina Providencia, San Carlos Borromeo y fungió como capellán de la Clínica Madre Bernarda. El señor Recompense su entrega generosa a nuestras comunidades.
A continuación, unas palabras de despedida por parte de un laico:
Cartagena, lunes 7 de febrero 2022
Buenas noches, Monseñor Francisco Javier Múnera Correa. Buenas noches p. Jhan Carlos Marín Polo. Buenas noches, hermanos y hermanas de la parroquia Corazón de María y de la parroquia San Pedro Apóstol. Después de vivir esta Santa Eucaristía, que es la Acción de Gracias por excelencia, en nombre de mi Parroquia, quiero recoger los sentimientos de tristeza y de pesar que nos embargan por el fallecimiento del p. HERNÁN TORO PÉREZ, Quién por Gracia de Dios fue nuestro Vicario Parroquial por dos años. Si bien es cierto que nos entristecemos ante su partida a la Casa del Padre, es también cierto que nos consuela la certeza que ahora Él está en el lugar de los elegidos del Señor.
Si ustedes me preguntan que quisiera resaltar del p. Hernán, sin ninguna duda les diría dos cosas:
Primero, lo caracterizaba un amor tan profundo a Dios que lo reflejaba con una facilidad maravillosa. El p. Hernán era un sacerdote supremamente amoroso. A todos trataba con mucho cariño. Eso lo hacía especial. Todo el amor que recibía gratuitamente de Dios lo compartía a manos llenas con toda su feligresía.
Lo segundo, era su predicación y esto lo digo a través de una anécdota. Cuando yo regresé a la parroquia después de mi proceso quimioterapéutico, cuando veo que llega el viejito a la Eucaristía. Yo pensé: ¡este viejito debe ser bien aburrido, y oh sorpresa! ¡Qué predicación! De verdad me descrestó el viejito. Y así fueron todas sus homilías, con una profundidad magnífica sin exagerar. Y así mismo su oración en las Horas santas que presidía. Muy catequéticas y de alto contenido. Igualmente, le agradezco a Dios por todas sus palabras de ánimo y motivación que siempre me brindó en medio de mi proceso de cáncer.
Viene a mi mente una frase que está en el Ritual de Exequias: para los que en Ti creen la vida no se acaba, sino que se transforma y adquiere verdadero sentido.
Muchas gracias p. Hernán por todo los que nos enseñó, por ser un pastor según el Corazón de Dios, por trabajar para instaurar su Reino en medio de las comunidades que Dios le confió. Ahora va al encuentro del que lo amó, lo llamó, y lo hizo sacerdote. Descanse en la santa Paz de Dios querido y recordado p. HERNÁN TORO PÉREZ
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