ORIENTACIÓN PASTORAL SOBRE “LA MISA NO SE PAGA”, PARA TODOS LOS FIELES CATÓLICOS DE LA
ARQUIDIÓCESIS DE CARTAGENA.

Con respecto a la Catequesis del Papa Francisco sobre la Eucaristía, el pasado 7 de marzo, es importante distinguir tres cosas:

 

  1. La enseñanza del Papa. La enseñanza del Papa Francisco sobre la gratuidad de los Sacramentos de la Iglesia, concretamente en este caso de la Eucaristía, es norma que siempre ha tenido nuestra Iglesia. Como dice el Papa “La misa no se paga. La misa es el sacrificio de Cristo, que es gratuito. La redención es gratuita”. Entre los católicos ha existido siempre una expresión que nos es familiar: “La misa es de valor infinito”. Y así es. El sacrificio de Cristo por todos los hombres y mujeres es gratuito y no hay dinero capaz
    de comprarlo.

 

  1. El Sostenimiento de la Iglesia. Una exigencia grande que tenemos como Iglesia es el sostenimiento de nuestros templos, ministros, edificaciones al servicio de la pastoral y obras sociales en favor de los pobres. El quinto mandamiento de la Iglesia invita a sus hijos a ayudarla en sus necesidades, lo cual no siempre sucede en todas nuestras parroquias y centros de culto. Cuando se da, es en un grupo muy reducido, según sus posibilidades y de manera voluntaria y lo hacen bajo la forma del diezmo, de una donación o la limosna. La Iglesia necesita cada vez más de las ayudas de sus hijos que tienen un destino concreto: “garantizarle a todos sus hijos el mínimo indispensable en el espíritu de oración y en el esfuerzo moral, en el crecimiento del amor de Dios y del prójimo” (Catecismo de la Iglesia Católica 2041). Así queda claro que la ayuda que se recibe no es para pagar un sacramento y mucho menos para el usufructo personal de alguien.

 

  1. El camino que seguiremos y la propuesta que hacemos. Nuestro buen criterio pastoral y administrativo sigue siendo el de la Primera Comunidad Cristiana que no compartía sólo lo material sino todo y, en segundo lugar, que esto no era obligatorio sino voluntario. (Hechos 5, 1-4). Tengan claro nuestros fieles que en la Arquidiócesis de Cartagena “cada uno es bien recibido con lo que tenga y no se le pide lo que no tiene” (2 Corintios 8, 12). La legislación de nuestra Iglesia nos pide que nadie se vea privado de los sacramentos por razones de su pobreza. (Canon No. 848)

Sin embargo, necesitaríamos encontrar caminos a través de los cuales quede muy claro, como lo dice el Papa Francisco: “La misa no se paga. La misa es el sacrificio de Cristo, que es gratuito. La redención es gratuita”. Y también como enseña el Apóstol san Pablo: “todo trabajador tiene derecho a su salario” (Timoteo 5, 18). Invito a todas las Comunidades de nuestra Arquidiócesis a que nos ayuden a pensar en otras posibles formas de sostenimiento de nuestros templos y de nuestros ministros. Estamos abiertos a sus sugerencias y los invitamos a orar para que nunca falte en la Iglesia el mínimo necesario para la obra de la Evangelización.

 

Cordial saludo y bendiciones.
Cartagena, marzo 15 del 2018

Jorge Enrique Jiménez Carvajal
Arzobispo de Cartagena