Esta madre rechazó el aborto, hoy su hijo es sacerdote y ahora él le cumplió su sueño
ROMA, 05 Jul. 16 / 03:35 pm (ACI).- Hace más de 50 años Sarah Figueiredo rechazó el aborto que le aconsejaban los médicos porque su hijo iba a nacer con una discapacidad en uno de sus brazos. Ahora, como sacerdote, Mons. Anthony Figueiredo ha cumplido el sueño de toda la vida de su madre de conocer al Papa Francisco. Esta es su historia.
Sarah Figueiredo rechazó el pedido de los médicos para practicarse un aborto cuando se enteró que su cuarto y último hijo nacería con un brazo paralizado debido a los efectos adversos de un fármaco conocido como talidomida que servía para aliviar las náuseas en el embarazo.
No fue hasta 1961 que se descubrió que la talidomida podía causar graves defectos de nacimiento en los bebés si la madre lo tomaba. Muchos niños nacieron con una condición llamada «focomelia», que se traduce en extremidades más cortas, su ausencia o que se formen como aletas. El fármaco fue retirado del mercado en 1962.
Cuando los médicos descubrieron que el bebé de Sarah tendría esta discapacidad, Sarah y su marido, ambos católicos devotos, rechazaron la propuesta de abortarlo porque sabían que su hijo tenía «una misión especial».
Lo que los padres dijeron a los médicos fue: «si Dios nos ha permitido concebir un niño, su vida no será en vano. Por el contrario, Dios tendrá una misión para él; creíamos firmemente que iba a ser sacerdote».
Anthony nació con una discapacidad en unos de sus brazos, pero eso no impidió que se ordenara sacerdote en 1994. Actualmente es director espiritual de cientos de seminaristas que estudian en el Pontificio Colegio Norteamericano de Roma, aconseja a los cardenales en sus escritos y discursos, y trabaja en estrecha colaboración con el Papa Francisco.
También se reunió con la Madre Teresa de Calcuta y pudo servir como asistente de San Juan Pablo II y Benedicto XVI durante varios años.
El sacerdote agradece en gran medida por su vocación a sus padres y contó a ACI Prensa que «nunca lo desanimaron para ser sacerdote».
«Con gran sacrificio mi madre envió a todos mis hermanos a una escuela católica y, ahora con la vejez, es la mujer más feliz del mundo. Uno diría, porque ella tiene un hijo que es cura», agregó.
El Papa Francisco, que conoce a Mons. Anthony Figueiredo, solicitó personalmente conocer a su madre el día en que el presbítero vino a visitarlo durante el Jubileo de los Sacerdotes entre el 1 y 3 de junio. Como resultado, los tres se reunieron en la residencia de Santa Marta en el Vaticano la mañana del 3 de junio.
«Fue muy, muy bonito. Parecía como si un cura ordinario recibiera a mi madre y le diera la bienvenida», dijo Mons. Figueiredo.
El Papa Francisco también administró el Sacramento de la unción de los enfermos a Sarah, ya que en el 2010 se le diagnosticó cáncer de mama en etapa 4, sin embargo, hoy en día está curada de la enfermedad.
«El Papa se tomó su tiempo, no había prisa, y era particularmente compasivo. Es realmente un siervo, siervo de los siervos de Dios», dijo Mons. Figueiredo.
Sarah agradeció a su hijo por ayudarla a encontrarse con el Papa y recibir su bendición. También dio consejo a los que están esperando una vocación religiosa entre sus hijos: «cuanto más rezan, mejor es. Necesitamos más sacerdotes en este mundo».
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