Cartagena, 30 septiembre del 2020

Apreciados hermanos y hermanas.

Junto con mi cordial y fraternal saludo, con esta comunicación quiero agradecer a tres sacerdotes que han servido en nuestra Arquidiócesis en los últimos años y presentar a quienes toman el relevo de los servicios que ellos han realizado en la Arquidiócesis.

1. Quiero agradecer a tres sacerdotes que han trabajado muy generosamente conmigo en el servicio a la Arquidiócesis de Cartagena, desde cargos de especial responsabilidad:

Padre Sahabel Porto Herrera, quien durante varios años acompañó como Vicario General de la Arquidiócesis a Monseñor Carlos José Ruiseco, arzobispo emérito de Cartagena; y quien, durante todo el tiempo que he sido arzobispo de Cartagena me ha acompañado en el mismo cargo. Dios le pague Padre Sahabel. Durante todo el tiempo me he sentido muy bien acompañado y apoyado en el servicio que presto todavía, como arzobispo de la Arquidiócesis de Cartagena. Entre las diversas virtudes y actitudes que quiero mencionar en este momento, lo hago especialmente agradeciendo su lealtad, su disponibilidad en todo momento, su discreción y su cercanía con el Presbiterio Arquidiocesano. Dios le pague porque entre nosotros es Él quien da la paga y lo hace con especial generosidad. Muchas gracias.

Padre Rafael Castillo Torres, quien me colaboró muy de cerca en la elaboración del Plan de Pastoral 2005-2015 y posteriormente como Vicario Episcopal de Pastoral desde el año 2014 hasta la fecha. Gracias Padre Rafael; le agradezco la generosidad con la cual me ha acompañado en mi Ministerio Episcopal en Cartagena. Destaco su preparación académica y pastoral, especialmente en su dimensión social. Todavía le quedan muchos años de servicio, le deseo que los siga viviendo con mucha entrega, particularmente desde las solicitudes que le hacen, la iglesia y la sociedad, para colaborar en la construcción de una sociedad  digna e igualitaria en la ciudad de Cartagena y en el Departamento de Bolívar. Hoy quiero repetirle las mismas palabras que le digo en este escrito al Padre Sahabel Porto: Dios le pague porque entre nosotros es Él quien da la paga y lo hace con especial generosidad. Muchas gracias.

Padre Nelson José Serrano Castañeda. Quien me ha acompañado como Ecónomo de la Arquidiócesis de Cartagena desde el año 2.012; esto quiere decir que prácticamente durante todo su ministerio sacerdotal. Gracias por su cercanía y por su amistad y gracias por su apoyo incondicional en el servicio que, como arzobispo he desarrollado en Cartagena. Usted le aportó a la economía de la Arquidiócesis su tiempo, su generosidad, su preparación profesional y su amor por nuestra Arquidiócesis, nuestros sacerdotes y sus parroquias. Quiero destacar la honestidad con la cual usted ha realizado el servicio de ecónomo en la Arquidiócesis de Cartagena; de ello puedo dar fe total. Dios le pague porque entre nosotros es Él quien da la paga y lo hace con especial generosidad. Muchas gracias. Padre Nelson y que el Señor Jesús le regale mucha sabiduría en el discernimiento que realiza.

2. Y quiero presentar a las personas que inician un nuevo servicio en la Arquidiócesis de Cartagena a nivel Pastoral.  

Agradezco la generosidad con la cual las siguientes tres personas, que voy a mencionar a continuación, me han dado su aceptación para ejercer un delicado e importante ministerio en la Arquidiócesis de Cartagena.

El Padre Richard Nieto González es el nuevo Vicario General de la Arquidiócesis. Durante los 27 años que tiene de ordenado sacerdote, ha ejercido un ministerio pastoral generoso, muy cercano a los fieles católicos de las parroquias y muy acertado en las orientaciones con las cuales ha realizado el ministerio pastoral. Hablo de las siguientes parroquias: Párroco de San Martín de Porres en el barrio Fredonia; Párroco de la Parroquia Santa Ana, en el barrio Lo Amador; Párroco de San Isidro en el barrio del mismo nombre; Párroco en la Parroquia de San Juan Bautista en el Paraguay; Párroco de San Antonio de Padua en el barrio Bosque; Párroco de la Divina Providencia en el barrio del mismo nombre y finalmente, Párroco de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en el barrio Bocagrande. Su gran generosidad pastoral y su excelencia académica, que está respaldada por el Doctorado en Psicología Clínica en Buenos Aires (Argentina), las ha puesto generosamente al servicio de todos, pero en particular, de sus hermanos sacerdotes y de los seminaristas de la Arquidiócesis de Cartagena. Pero hablo igualmente del magnífico Templo de la Parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro que, con la colaboración de los fieles laicos, ha construido en nuestra Arquidiócesis.

Padre Richard: la Arquidiócesis y la Iglesia necesitan todavía mucho de su servicio pastoral. Gracias por haber aceptado este nuevo ministerio en la Arquidiócesis y que el Señor lo guíe como siempre suele hacerlo.

El Padre Javier Rosanía Pacheco es el nuevo Vicario Episcopal de Pastoral. Ha ejercido su ministerio sacerdotal como Vicario Parroquial en la Divina Providencia, como Párroco fundador de la Parroquia del Ave María, primer Vicario de la Zona 11, Director del Instituto Emaús y coordinador de la Visita Pastoral del Papa Francisco a Cartagena en el año 2017.

Padre Javier: su preparación en las ciencias pastorales que está realizando desde hace tres años en Roma y en España, son un bagaje muy importante para el nuevo servicio que le pedimos en nuestra Arquidiócesis, como Vicario Episcopal de Pastoral. Trabaje en este nuevo servicio con el mismo entusiasmo y empeño que sabe ponerle a los tareas que le hemos encomendado en la Arquidiócesis. Vale la pena gastar la juventud y toda nuestra vida al servicio de nuestra Iglesia para que haya esperanza en todas las personas y en todas las familias que forman nuestra Iglesia Arquidiocesana.  

Juan Sebastián Rodríguez Burgos es el nuevo ecónomo de la Arquidiócesis. Es Profesional en Administración de Empresas de La Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá; Especialista en Finanzas y Negocios Internacionales de la Universidad de la Sabana; Master en gestión de Proyectos de la Universidad de Barcelona (España). Su preparación profesional y su amor a Jesús, el Señor, y a nuestra Iglesia, le posibilitarán dar respuesta acertada a retos muy difíciles, especialmente en lo económico, que va dejando la pandemia por todas partes, también en la Arquidiócesis y en las Parroquias.  Juan Sebastián ha sido hasta ahora, director de la Pastoral Social de la Arquidiócesis y gestor entusiasta y eficaz, durante la pandemia Covid19, del Banco Arquidiocesano de Alimentos. Gracias por poner al servicio de la Arquidiócesis su preparación profesional que ha querido realizarla siempre, desde su experiencia de discípulo de Jesús en comunidades eclesiales de la parroquia nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Bocagrande. Bienvenido a este nuevo reto y gracias por haberlo aceptado. Y que el Señor Jesús siempre bendiga su hogar, a su esposa Paola y a su hijo Emiliano.

Apreciados Hermanos y Hermanas, ya es tiempo de orar intensamente por el nuevo Arzobispo que, aun cuando no haya sido todavía nombrado, asumirá, en las próximas semanas o meses para acompañar con su vida esta querida porción de nuestra Iglesia que es la Arquidiócesis de Cartagena. Hay que pedirle al Buen Pastor para que sea “según su corazón”. Le corresponderá hacerlo cuando todavía caminamos en medio de muchas incertidumbres y desafíos en todos los órdenes. El de la salubridad es muy grande. Inimaginable el problema social que se avecina. Los desafíos económicos no lo son menos. Presiento que mantener un orden político auténticamente democrático no será nada fácil pues las voces que se oyen auguran “tiempos más difíciles” de los que hemos vivido. Y habrá que mantener, con todo lo que somos, nuestra democracia y hacerla crecer.  No olvidemos las promesas de la persona en quien hemos puesto nuestra total confianza, Jesucristo el Señor. “El, va contigo”! (Salmo 23,4). Y mantengamos muy claro nuestro compromiso de “dar razón de nuestra esperanza” y de darle Esperanza a Cartagena y a todos los pueblos de la Arquidiócesis.

Y oren por mí, para que sea fiel hasta el final. Doy siempre gracias a Dios, nuestro Padre, porque me ha dado la hermosa oportunidad de acompañar en su caminar esta querida Iglesia de Cartagena en la nobilísima tarea de dar Esperanza a todos con la fascinante Palabra del Evangelio.

Cordial y fraternal saludo para todos.   

+Jorge Enrique Jiménez Carvajal

Arzobispo de Cartagena