Semblanza del Sacerdote Sahabel Porto Herrera.
3 de enero 1946 + 23 de febrero 2024
Por, Javier Eduardo Rosanía Pacheco, Pbro.
Vicario Pastoral de la Arquidiócesis de Cartagena
El Pbro. SAHABEL PORTO HERRERA, sacerdote diocesano, nació el jueves sacerdotal 3 de enero de 1946 en Bocachica (corregimiento insular de Cartagena de Indias) en el hogar formado por Máximo Porto Jiménez y María Herrera de Porto, siendo el tercero de seis hermanos.
Estudió la Básica Primaria y es Bachiller del Colegio Fernández Baena de Cartagena. Luego de estudiar nueve semestres de Ingeniería Civil en la Universidad de Cartagena, al descubrir su vocación sacerdotal, inicia su proceso de formación en el Seminario Cristo Sacerdote en la Ceja Antioquia, donde realizó dos años de filosofía y el primer año de Teología, para luego concluir sus estudios teológicos en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.
Fue ordenado para la Arquidiócesis de Cartagena el domingo 16 de diciembre del año 1973, junto con el Padre Arnaldo Francisco Galvis Barrios, a las 5:00 de la tarde en la Iglesia Catedral de Cartagena – Santa Catalina de Alejandría – con la Plegaria de Ordenación e imposición de manos del “Padre Obispo”, monseñor Rubén Isaza Restrepo, entonces arzobispo de Cartagena. En todo su ministerio sacerdotal, acogemos como legado sacerdotal en el presbiterio de Cartagena y los presentamos a las futuras generaciones su obediencia, respeto y fidelidad al ministerio del obispo, con los cuales el padre Sahabel siempre destacó admirablemente en sus diferentes servicios durante el gobierno pastoral de monseñor Carlos José Ruiseco Vieira, de monseñor Jorge Enrique Jiménez Carvajal, cjm; y de monseñor Francisco Javier Múnera Correa, imc; con su cercanía y consejo acertado en las decisiones siempre pensando en el mayor bien para la vida de la gran familia Arquidiocesana de Cartagena.
Una vida sacerdotal digna de admirar permitió que el padre Sahabel Porto Herrera haya contribuido a extender el Reino de Dios en la Arquidiócesis de Cartagena como párroco en las parroquias Sagrado Corazón de Jesús, Santa Ana, San Luis Beltrán (dos veces), San Isidro, Nuestra Señora de la Consolata (dos veces), Santuario de Nuestra Señora del Carmen (El Carmen de Bolívar), Nuestra Señora de la Candelaria, Santo Domingo (Santuario del Santo Cristo de la Expiración – dos veces) y Cristo Rey.
Igualmente colaboró mediante sus servicios pastorales como capellán de la Policía Nacional Colombiana, delegado de la Pastoral Indígena y Afrodescendiente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Delegado para la Pastoral Vocacional, Pastoral Sacerdotal y Pastoral Familiar, Asesor de la Acción Católica, del Movimiento de los
Focolares, Docente universitario de ética en la Pontificia Universidad Javeriana, Universidad Tecnológica de Bolívar, Colegio Mayor de Bolívar, Corporación Universitaria Rafael Núñez, Universidad Luis Amigó, Formador del Seminario San Carlos Borromeo, Director del Diaconado Permanente y Rector del Seminario San Juan Pablo II, fue Coordinador General de la Visita de su Santidad el Papa Juan Pablo II a Cartagena en julio de 1986, Responsable del Rostro Mariano y de piedad popular, Vicario de las zonas cuatro y nueve, Vicario de Religiosos, Vicario general de la Arquidiócesis de Cartagena, Formador Externo del Seminario Provincial San Carlos Borromeo, Director del Programa Cristianismo y Cultura de la Emisora Minuto de Dios en Cartagena, entre otros.
Su gran amor a la Iglesia, especialmente a la Arquidiócesis de Cartagena es un perfume suave que se propaga con ternura en la memoria de tantas personas a las que sirvió desinteresadamente con la frescura siempre viva del Evangelio y de la seguridad de que como la Gran Familia Arquidiocesana que somos: fieles cristianos laicos, personas de vida consagrada, seminaristas, sacerdotes y obispos, entregamos hoy al Buen Padre Dios con generosidad a un sacerdote que ha sido testigo de la verdad del Evangelio, siervo y servidor a la manera de Cristo.
En sus últimos momentos, resaltamos su cercanía silenciosa y permanente a través de las redes sociales cuando las fuerzas ya no le permitían estar presente, y recordaremos como una imagen viva en la memoria y en el corazón su alegría sacerdotal en la participación de las últimas ordenaciones sacerdotales y en la particular celebración de sus Bodas de Oro Sacerdotales celebradas en la Iglesia Catedral de Cartagena el pasado sábado 16 de diciembre de 2023, donde fue distinguido con la medalla Monseñor Eugenio Biffi, por su dedicación y leal servicio a la Iglesia de Cartagena.
En sus últimos días, fue un sacerdote que abrazó la cruz con dignidad y con esperanza. Acompañado siempre de su familia, a quienes agradecemos el testimonio de su generosa entrega como ofrenda agradable a Dios, el padre Sahabel solicitó fervorosamente la confesión y la unción de los enfermos para prepararse hasta el final, pidiéndole a todos sus hermanos sacerdotes a través del arzobispo una sencilla pero profunda oración por él: «por favor, ayúdenme con la oración para que sepa entregarme, ayúdenme a entregarme».
Murió luego de 50 años y 67 días de feliz y fecundo ministerio sacerdotal, el viernes 23 de febrero de 2024, hacia las 5:30 de la mañana, en un ambiente de entrega cuaresmal que preparó su corazón para vivir desde ya la certeza y alegría de la Pascua eterna, donde muy seguramente, podemos escuchar con ternura la voz del Jesús el Buen Pastor decirle con su abrazo: “Siervo fiel y prudente, entra en el gozo de tu Señor” (cfr. Mateo 24, 45).
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