Pedro Claver y la amistad social, punto de conversación para el atrio de los gentiles durante la 36 Semana por la Paz
En el marco de la celebración de la 36 Semana por la Paz, se llevó a cabo un conversatorio en el Santuario San Pedro Claver que se destacó como un espacio de diálogo y reflexión en busca de la paz y la fraternidad universal. El Atrio de los Gentiles, como se le conoce, reunió a destacadas personalidades religiosas y académicas para abordar temas cruciales relacionados con los derechos humanos y la construcción de paz.
Monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena, la historiadora Estela Simancas y el Pbro. Luis Raúl Cruz fueron los protagonistas de este encuentro, compartiendo sus perspectivas y visiones en un escenario que rinde homenaje a San Pedro Claver como un humanista dedicado a la promoción de la paz y los derechos humanos.
La jornada sirvió como una ventana a la historia y un llamado a la acción en el presente. Se enfocó en la importancia de la reconciliación y la fraternidad socialcomo cimientos fundamentales para la construcción de comunidades con escenarios de justicia y paz. Los participantes destacaron la necesidad de generar liderazgoscomprometidos con estos valores, lo que permitiría a las comunidades mirar hacia el futuro con esperanza.
Se hizo énfasis en el reconocimiento de los derechos de las negritudes y se abordó la controvertida realidad de la evangelización en un contexto histórico marcado por la violencia. Los participantes concluyeron que desconocer la labor de Pedro Claver en este contexto es injusto, lo que resalta la necesidad de una reparación histórica.
San Pedro Claver, el «apóstol de los esclavos», fue un sacerdote jesuita que vivió en el siglo XVII en la ciudad de Cartagena. Su dedicación a la defensa de los derechos humanos y su lucha incansable por aliviar el sufrimiento de los esclavos africanos lo convierten en un referente de paz y justicia en la historia de Colombia y el mundo. Este espacio, además de abrir un diálogo entre distintas instancias: religiosa, académica, gubernamental, dedica un momento de reflexión para recordar su legado y aplicar sus principios en el contexto actual.
Monseñor Francisco Javier Múnera Correa destacó la importancia de la unidad y su carácter superior al conflicto; subrayó que reconstruir la memoria y la verdad histórica es esencial para la construcción de la paz y la amistad social.
“La unidad es superior al conflicto. Solo reconstruyendo la memoria y la verdad histórica podemos establecer una ruta importante para la construcción de paz, pero también es importante reconocer las fragilidades que como personas y comunidades tenemos”. Precisó.
Además, explicó que esta unidad debe aceptar la diferencia para poder construir, para aceptar las ideas, sentires, expresiones del otro que es mi prójimo.
“La humanidad no es una esfera, es un poliedro con riquezas de matices, desde allí es que todos estamos invitados a construir”.
La Semana por la Paz es una iniciativa que se lleva a cabo anualmente en Colombia con el objetivo de promover la reflexión y el compromiso ciudadano en la construcción de la paz y la reconciliación en un país que ha enfrentado décadas de conflicto armado. El Atrio de los Gentiles en el Santuario San Pedro Claver se presenta como un espacio valioso para este propósito, donde se pueden debatir ideas y promover la unidad para una sociedad más fraterna y creadora de juntanzas de paz.
La conversación concluyó bajó las siguientes premisas: la diversidad de ideas y perspectivas enriquece a las comunidades y vale la pena reunirse para construir desde esta diversidad. Es necesario reforzar nuestro sentido de pertenencia en los territorios y la proximidad con nuestro prójimo, entender a la persona como fuente de derechos y encontrar en esa proximidad la oportunidad de acercarnos a la persona humana, estos elementos esenciales en la construcción de la reconciliación y la fraternidad social. Así también se hizo un firme llamado a no instrumentalizar la memoria desde los discursos religiosos, políticos y epistemológicos, y de este modo, quitarle a la violencia legitimidad.
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