• El Padre Nelson De Jesús Hernández Castaño nació el 15 de abril del 1955, en Quinchía municipio situado en el departamento de Risaralda. Sus padres murieron, eran doce hermanos de los cuales ya había muerto uno.
  • Hizo sus estudios para el ministerio presbiteral en el Seminario Nocturno de la Arquidiócesis de Manizales. Y los dos últimos años de sus estudios de teología los hizo en el Seminario Juan Pablo II de la Arquidiócesis de Cartagena, que funcionó durante los últimos años del ministerio episcopal de Monseñor Rubén Isaza Restrepo.
  • Fue ordenado sacerdote el 7 de abril de 1982 en la catedral Santa Catalina de Alejandría en la ciudad de Cartagena, por Monseñor Rubén Isaza Restrepo, arzobispo de Cartagena.
  • Ha sido párroco en las siguientes Parroquias:

1. Parroquia Santa María de los Ángeles del Barrio la María, Párroco durante dos periodos.

2. Parroquia San Carlos Borromeo del barrio la Quinta, Párroco durante dos periodos.

3. Parroquia Santa Lucía del municipio el Guamo.

4. Parroquia San Francisco de Asís del barrio Arroz Barato.

5. Parroquia Sagrada Familia del barrio Chile.

6. Parroquia María de la Paz del barrio los Corales.

  • Fue profesor en el Colegio Cooperativo de Bachillerato del municipio el Guamo, en la Concentración Educativa San Francisco de Asís, barrio Arroz Barato y en el Colegio Soledad Acosta de Samper.
  • En el año 1987 fue nombrado Capellán del Colegio Nuestra Señora de la Candelaria

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Algunos testimonios de las personas más cercanas al Padre Nelson

“Una persona muy franca y a veces por ser franco era imprudente. Jocoso y extrovertido. Descomplicado en su trato con sacerdotes y fieles. Atento de sus amigos. Gozaba ayudando a sus amigos y estando con ellos. Efusivo en su saludo. Fue mi compañero durante todos mis años del seminario tanto en Manizales como en Cartagena”. Padre José Fernando Álvarez.


 

“Un verdadero servidor desde el silencio. Absolutamente humano que comprendía la fragilidad del ser humano, nunca cuestionó siempre apoyó y dirigió por donde debía ser. En la Renovación Carismática fue un sacerdote que acompañó el Ministerio de Promoción Humana.  En todos los trabajos que se realizaron con el Padre Nelson se buscaba que la persona pudiera descubrir sus habilidades para que pudieran tener una capacidad de ingresos en sus vidas. Fue un constante compañero del Padre Luis Guillermo Correa Coordinador de la Renovación Carismática Católica en Cartagena”. Luci Barcha de Hassan coordinadora del equipo de apoyo a los sacerdotes que colaboran con la Renovación Carismática.


“Nelson de Jesús Hernández Castaño ha partido a la casa del Padre Dios porque así Papa Dios ha querido. En vida se unió a la pasión de Cristo y manifestó la caridad cristiana en su máxima  expresión, en los que tuvimos la dicha de estar cerca de él ha dejado una huella imborrable en el corazón y en la memoria de cada uno. Es el hombre sufriente, pero valiente y fuerte que siempre daba lo mejor de sí aunque el quedara sin nada. No hay palabras para expresar todo lo que Nelson es.

En mi último año de seminarista y en mis primeros años de sacerdocio Nelson deja en mi corazón la huella de un verdadero discípulo que se negó así mismo, cargo con la cruz y siguió a  Jesús. Siempre que llegaba a su casa me decía llegó mi Cande y se volvía loquito a atenderme, yo iba a atenderlo a él y me atendía era a mí. Te amo mi Padre gracias gracias por todo”. Padre Candelario Pérez Castro

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“Reverendo padre de la Santa Madre iglesia, así lo saludaba cuando nos comunicábamos vía celular, a lo cual él respondía: «señor obispo de ninguna partopolis y todo ese barrio de Nelson Mandela». Y con ello se expresa la cercanía que había en nuestras vidas y la jocosidad de nuestro diálogo.

Al padre Nelson lo conocí al terminar mi último año de formación, cuando en el servicio de pastoral del seminario llegué a la entonces su parroquia Sagrada Familia de Chile. Allí me recibió con cariño y alegría  -características propias de su personalidad – y después de varios meses se ganó mi corazón; tanto así que lo hice mi padrino de ordenación presbiteral. Ya que era de esas personas raras que saben expresar cariño sin necesidad de abrir la boca y saben regañarte con sólo decir una palabra.

Con él comencé a sentir lo que es una persona valorada y tenida en cuenta. Sabía hacerle el pie de página a cada predicación echándole flores al predicador. Y cuando me hice diácono a su lado supe lo que son las mieles del sacerdocio ministerial, disfrutando buenas comidas y riéndonos de sus chistes coloridos. Aunque no hay que olvidar su carácter corrector, al vernos cerca de la tentación no faltaba su palabra: «hágase el pendejo»

Aprender a dializar fue un reto y ser su enfermero de viaje colocándole insulina blanca y la amarilla era todo un caso; y así conectado a su máquina hablaba hasta demás y en su familia en Manizales hasta bien entrada la madrugada, contando anécdotas de su padres y de su niñez o de los amoríos de sus hermanos; todo ello me ratificaba el mejor consejo que me dio: «Padre recuerde que la caridad inicia por casa»…

20151006123319Hoy veo como se hace realidad su propia plegaria eucarística, que la tuvo que hacer porque la diabetes y las diálisis le habían mermado la vista, ésta madrugada, Rossy, su secre querida que lo acompañó toda su vida ministerial me llamó a decirme que estaba malito en la clínica y a aquel hombre de voz ronca y espíritu luchador se le cumplió: «a los que hoy o ésta noche vamos a morir llévanos a tu reino»

Así que mi reverendo padre de la santa Madre Iglesia, se ha ido un padrino de ordenación y está en el cielo un santo que supo imitar a su Maestro en el sufrimiento…

Te amo en el tiempo y en la eternidad”   Padre Jhónathan López