“El hombre no puede ser separado de Dios, ni la política de la moral”
Santo Tomás Moro

  1. Santificarás las realidades temporales participando en la construcción de tu comunidad, votando libre y responsablemente.
  2. Honrarás tu voto: nunca lo venderás ni lo regalarás. El que te ofrece algo a cambio de tu voto te manifiesta su intención corrupta para gobernar.
  3. Contribuirás al bien de tu municipio votando en él. Nunca lo harás en otra parte.
  4. Elegirás conscientemente a tus representantes: nunca votarás por alguien sin conocerlo y sin conocer su programa de gobierno.
  5. Serás un católico coherente con tu fe: no darás tu voto a partido o candidato que vaya en contra de los principios cristianos, especialmente el del respeto a la vida desde su concepción hasta su muerte natural.
  6. Promoverás un voto inteligente: no te dejarás engañar, ni seducir, ni emocionar por el simpático, el demagogo, o el que promete favores personales. Apoyarás candidatos decentes, bien preparados, con buenos antecedentes y sin sospecha.
  7. Si ningún candidato te satisface, votarás en blanco. Este voto se contabiliza independientemente y nunca se suma a ningún candidato.
  8. Elegirás sólo a quienes gobiernan con el pueblo. Desconfía de quienes no tienen equipo de trabajo conocido, promueven la división y se relacionan con corruptos.
  9. Velarás porque el programa de gobierno de tu candidato esté acorde con las necesidades de la comunidad, sea de posible realización y atienda a los más necesitados. Promoverás el voto programático.
  10. Vigilarás el desempeño de quien resulte elegido, ejercerás veeduría ciudadana, participarás en la rendición de cuentas y aportarás iniciativas para mejorar la gestión pública.

por Padre Rafael Castillo