• Este miércoles 4 de septiembre la oficina realizó un acto conmemorativo en el Salón de eventos de la Parroquia Santo Toribio._
  • Bajo el lema “Cuidar es amar”, la Oficina es inspirada a seguir una importante misión que pone en el centro a los más vulnerables.
  • La Oficina para la Cultura del Cuidado de la Arquidiócesis de Cartagena es la primera en la Región Caribe y una de las 5 primeras en el país liderando esta misión.

La Oficina para la Cultura del Cuidado, ubicada en la Curia Arquidiocesana, conmemora su primer aniversario en la ciudad de Cartagena, un transitar que representa 1 año de esfuerzos incansables trabajando en ser un entorno seguro y protector para niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables en la provincia de Cartagena; la primera en la Región Caribe y la cuarta a nivel nacional que cuenta con una oficina prestando este servicio.
La psicóloga Mirna Cerra De la cruz, coordinadora de esta oficina, lidera la importante labor de fomentar y propiciar la cultura del cuidado mediante estrategias de prevención enmarcadas en la espiritualidad del cuidado; una consigna que promociona los espacios seguros y protectores, para generar discípulos sensibles ante la necesidad de cuidado de los más vulnerables.
Para ella, la oficina permite “generar espacios de escucha y comprensión que facilitan la prevención de violencias y abusos, detección de riesgos, atención y reparación integrales de las víctimas. Además, busca fortalecer entornos protectores mediante procesos de sensibilización y formación en diferentes ámbitos eclesiales”.
Bajo el lema “Cuidar es amar”, la oficina inspira a seguir una misión que pone en el centro a los más vulnerables.
Para la Conferencia Episcopal Colombiana no es solo un espacio físico, sino un eje prioritario que forma apóstoles del cuidado que cuidan, custodian, protegen y acompañan a su comunidad.

¿Quiénes pueden acercarse a la oficina?
Todos los que hacen parte de la Arquidiócesis de Cartagena y deseen seguir contribuyendo a que la Iglesia sea un espacio seguro y protector para los niños, niñas, adolescentes, adultos vulnerables y comunidad eclesial en general.
No se reduce al ámbito de las víctimas, sino que establece un espacio de orientación y sensibilización que ayude en los procesos de acompañamiento realizado por los servidores de la Arquidiócesis de Cartagena dentro y fuera del ambiente eclesial.
Para Monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente del Episcopado Colombiano, es una alegría recordar este año lleno de aprendizajes sobre la construcción de entornos protectores. Así mismo, eleva una acción de gracias a Dios por todo lo que se ha avanzado, con la ayuda de sacerdotes, religiosos, laicos, seminaristas y todas las personas de buena voluntad que han contribuido para que esta misión siga adelante.
Recordemos que la Arquidiócesis de Cartagena, como provincia eclesiástica, trabaja en articulación con otras instituciones aliadas de la región que también tienen como bandera esta misión y de este modo permiten fortalecer el proceso realizado con las comunidades en el pueblo de Dios que camina en este territorio.

Cuidando construimos paz
La conmemoración del primer aniversario de la Oficina para la Cultura del Cuidado se realiza como antesala a la inauguración del mes por la paz, el cual tendrá lugar este viernes 6 de septiembre, en el Atrio de la Iglesia San Pedro Claver.
Evocando las palabras del Papa Francisco en su mensaje por la 54 Jornada Mundial por la Paz: “La cultura del cuidado, como compromiso común, solidario y participativo para proteger y promover la dignidad y el bien de todos, como una disposición al cuidado, a la atención, a la compasión, a la reconciliación y a la recuperación, al respeto y a la aceptación mutuos, es un camino privilegiado para construir la paz”; podemos decir a ciencia cierta que los actos de paz se gestan a partir de actos tan significativos y reparadores, como lo son la creación de entornos seguros y protectores.
Es así que la Oficina para la Cultura del Cuidado responde a los retos de la actualidad y permite generar lazos de paz dentro de la Arquidiócesis de Cartagena.