Ante la difícil situación social que está enfrentando Venezuela, el obispo de Cúcuta, monseñor Julio Cesar Vidal Ortiz, manifestó su preocupación por la repercusión negativa que esta problemática trae a los pueblos de frontera.

El prelado explicó que al encontrarsen obstruidos los dos puentes que unen a Colombia con Venezuela, ambos países están incomunicados, lo que genera un colapso para la economía de la región.

«Esta problemática repercute en el comercio y la industria de Colombia, son muchos los negocios que han tenido que cerrar porque no pueden vender a Venezuela sus productos, esto es aprovechado por los contrabandistas, quienes llevan o traen mercancía de una manera ilegal», señaló.

Monseñor Vidal Ortíz denunció además que como consecuencia de la difícil situación en el vecino país, se está generando la deportación de muchos colombianos que vivían en Venezuela, dejándolos indocumentados. A la vez que informó el trabajo de acompañamiento que está prestando la Iglesia con el Banco de Alimentos y los padres Scalabrinianos, para atender a estas personas que vienen deportadas.

«Estamos orando por Venezuela, apoyando a toda la gente de la frontera en la medida de nuestras posibilidades, todos vivimos en la incertidumbre, es incierto lo que vaya a pasar luego», indicó.

Por Luz María Medina, cortesía de la C.E.C