La Arquidiócesis de Cartagena celebrará este 23 de junio la Fiesta de la ministerialidad en la Plaza de Todos, con la participación de más de 4 mil personas. La entrada es gratuita.

En un momento en que Colombia clama por reconciliación, paz y caminos de encuentro, la Iglesia Católica en Cartagena prepara un evento que renueva la esperanza del pueblo y convoca a la oración común: la Fiesta Arquidiocesana, fiesta de la Ministerialidad, que tendrá lugar el lunes 23 de junio en la Plaza de Todos, en el marco de la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Después de seis años sin reunirse en este escenario emblemático, la Iglesia regresa con fuerza y convicción bajo el lema: “Vive Cristo, esperanza nuestra”. Se espera la participación de más de 4 mil fieles provenientes de parroquias, movimientos, comunidades religiosas y familias de toda la región.
“Llegó el momento de celebrar nuestra gran Fiesta Arquidiocesana de Corpus Christi”, ha expresado monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena, recordando que esta será la primera vez desde 2019 que el pueblo de Dios se congrega en la Plaza de Todos para celebrar su fe y en la que él como pastor de esta iglesia particular estará celebrando.

Entrada libre para todos los fieles
El ingreso será completamente gratuito, y las puertas estarán abiertas desde la 1:00 de la tarde. No se necesita boleta ni inscripción previa.
“Es un espacio para vivir a Jesús, para encontrarnos como pueblo santo de Dios que camina en esperanza, para compartir la fe y fortalecer nuestros lazos como hermanos”.
La gran fiesta arquidiocesana es un signo de comunión en medio de una coyuntura nacional que ha estado llena de incertidumbre, dolor y división. La Iglesia ofrece este espacio como un tiempo de oración, reconciliación y encuentro, donde Jesús, fuente viva, es puesto al centro como luz que guía y renueva la esperanza.

Preparando el corazón para la Fiesta
El sábado 21 de junio se realizará un retiro espiritual para ministros laicos, como parte del camino de preparación. En la zona urbana será en la Casa de Oración María de Nazaret, y en las zonas rurales se vivirá en las parroquias. Esta experiencia consolidará el proceso formativo inspirado en la Carta Encíclica Dilexit Nos del papa Francisco.
“Es el momento de cosechar el fruto de este semestre de formación y permitir que el Espíritu transforme nuestros corazones”, afirma el padre Augusto Velasco, director del Instituto Emaús.

Un llamado a la solidaridad
Como signo concreto de esperanza, todos los asistentes están invitados a llevar alimentos no perecederos que serán entregados al Banco de Alimentos Arquidiocesano.
“No olvidemos a los pobres. Este gesto sencillo es un modo de construir puentes de fraternidad con los que más sufren”, recordó monseñor Múnera, retomando el llamado del Papa Francisco a atender las periferias humanas y existenciales.

Una celebración con rostro discipular
Durante la Fiesta, centenares de fieles recibirán la bendición de sus ministerios laicales — proclamadores de la palabra, del canto litúrgico, catequistas, animadores de comunidad juvenil, animadores de pequeñas comunidades, ministros de la solidaridad y ministros extraordinarios de la comunión — y serán enviados a sus zonas como servidores alegres.
Con esta celebración, la Iglesia católica en Cartagena refuerza su identidad misionera y discipular y ofrece al país una imagen de unidad, alegría y esperanza, en un tiempo en que Colombia necesita reencontrarse, orar junta y volver al corazón del Evangelio.