Cartagena de Indias es una ciudad caribeña en la costa norte de Colombia, es mundialmente conocida por su historia colonial, sus murallas y su arquitectura. Sin embargo, otro aspecto fundamental del atractivo turístico de la ciudad es su riqueza en patrimonio religioso.

La historia de Cartagena está profundamente entrelazada con el catolicismo, desde su fundación en 1533. Durante el período colonial, la ciudad se convirtió en un importante bastión de la fe católica en el Nuevo Mundo, con numerosas iglesias, conventos y monasterios construidos por los españoles. La presencia de la Inquisición y el papel de Cartagena como centro de comercio de esclavos también influenciaron el desarrollo de su infraestructura religiosa.

La importancia de la religión en la historia de Cartagena ha dejado un legado arquitectónico y cultural que sigue atrayendo a turistas de todo el mundo. El turismo religioso se ha convertido en una forma significativa de preservar y promover este patrimonio, mientras se adapta a las necesidades contemporáneas de los visitantes. En esta ciudad vivieron figuras significativas de la Iglesia como: San Pedro Claver, Santa María Bernarda Butler, San Luis Beltrán y Monseñor Eugenio Biffi.

Cartagena alberga varios sitios religiosos de gran importancia, que son destinos populares para los turistas interesados en la historia y la espiritualidad.

Catedral de Santa Catalina de Alejandría: Una de las catedrales más antiguas de América del Sur, cuya construcción comenzó en 1577. Su arquitectura imponente y su ubicación en el corazón del centro histórico la convierten en un punto focal del turismo religioso.

Convento de San Pedro Claver: Dedicado al santo patrón de los esclavos, San Pedro Claver, quien dedicó su vida a la protección y conversión de los esclavos africanos traídos a Cartagena. El convento es un lugar de peregrinación y reflexión sobre la historia y la humanidad.

Iglesia de Santo Domingo: La iglesia más antigua de Cartagena, fundada en 1539, es un ejemplo notable de la arquitectura colonial y alberga valiosas obras de arte religioso, en especial una de las imágenes más importante en la ciudad, el Cristo de la Expiración.

Santuario de San Roque: Un sitio popular de devoción, especialmente durante la celebración de las festividades de San Roque, que atraen a numerosos peregrinos.

Convento de la Popa: Situado en el cerro más alto de Cartagena, ofrece una vista panorámica de la ciudad y alberga una iglesia y un monasterio agustino. Este sitio es un destino popular tanto para peregrinos como para turistas interesados en la historia y las vistas espectaculares.

El turismo religioso tiene un impacto significativo en la economía de Cartagena. La afluencia de visitantes a los sitios religiosos no solo contribuye directamente a los ingresos por turismo, sino que también promueve la economía local a través del gasto en alojamiento, restaurantes, transporte y comercio de souvenirs.
Culturalmente, el turismo religioso ayuda a preservar y revitalizar el patrimonio histórico de Cartagena. La restauración y el mantenimiento de iglesias y conventos históricos podrían ser financiados en parte por los ingresos generados por el turismo. Además, estas actividades fomentan un sentido de identidad y orgullo comunitario entre los habitantes de la ciudad.

Eventos religiosos y festivales, como la Semana Santa, Fiesta de la Candelaria, Fiesta de la Virgen de Carmen, Fiesta de San Juan Bautista, Fiesta de San Pedro Claver, Fiesta de la Madre Bernarda, Ángeles Somos y la Navidad atraerán a grandes cantidades de turistas y son momentos de celebración y reafirmación de las tradiciones locales. Estas festividades no solo tienen un valor espiritual, sino que también ofrecen una oportunidad para que los turistas experimenten la rica cultura y hospitalidad de Cartagena.

A pesar de los beneficios, el turismo religioso en Cartagena enfrenta varios desafíos. La masificación turística puede poner en riesgo la integridad de los sitios históricos y causar problemas de sostenibilidad. Es crucial implementar políticas de turismo responsable que equilibren la conservación del patrimonio con el desarrollo económico.

Por otro lado, el turismo religioso ofrece oportunidades para diversificar la oferta turística de Cartagena. Al promover rutas temáticas y experiencias inmersivas, la ciudad puede atraer a un público más amplio y aumentar su competitividad en el mercado turístico global.

El turismo religioso en Cartagena de Indias no solo celebra la profunda herencia espiritual y cultural de la ciudad, sino que también contribuye de manera significativa a su economía y desarrollo social. La continua promoción y conservación de este patrimonio religioso es esencial para mantener la vitalidad de Cartagena como un destino turístico de renombre mundial. Con estrategias sostenibles y una valorización adecuada de sus recursos históricos, Cartagena puede seguir siendo un faro de turismo religioso en América Latina.

Llevar a cabo esta apuesta de turismo religioso motiva a la ciudad a volver hacer turismo en familia, donde podemos caminar el centro histórico de la mano con nuestros hijos, padre y abuelos. También es una apuesta de ciudad donde actúa actores importantes de la ciudad como la Alcaldía Mayor, la Gobernación de Bolívar, Corporación de Turismo, Fundación Centro Histórico, Cotelco, Asotelca, Anato, Asotelca, Cámara de Comercio de Cartagena, Cartagena de Indias Convention & Visitors Bureau, Acodres, Andi, Fenalco, Acopi, Asobares, Camacol , Agentucol y el Consejo gremial de Bolívar.

El turismo religioso en Cartagena es una faceta vital de su sector turístico, enriqueciendo tanto a la comunidad local como a los visitantes. A través de la promoción de sus sitios religiosos históricos, la celebración de festividades y la implementación de estrategias de conservación y marketing, Cartagena puede continuar atrayendo a peregrinos y turistas de todo el mundo. Al enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades, la ciudad puede asegurar que el turismo religioso no solo contribuya a su desarrollo económico, sino que también promueva el entendimiento cultural y el respeto por su rica herencia espiritual.

¡Unidos somos más fuertes y con Dios de la mano, mucho más!