El Episcopado Colombiano, en el marco del cierre de la Asamblea Plenaria número cien,  hizo público el resultado del trabajo realizado durante esta semana donde se abordaron varios temas importantes de la vida nacional.

En rueda prensa, Monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, arzobispo de Tunja y presidente de la Conferencia Episcopal, manifestó que esta asamblea tuvo como objetivo principal reflexionar sobre la realidad, la misión y el papel que desempeñan los obispos, los sacerdotes y los diáconos permanentes en la iglesia colombiana.

Durante esta jornada de trabajo, que inició desde el pasado lunes y que culmina hoy viernes, el episcopado colombiano deliberó en torno al proceso de paz y de su preocupación en lo que se refiere a la justicia transicional, cuestionando la manera en que los delitos de lesa humanidad van a ser juzgados.

Sumado a esto, los obispos colombianos tomaron en consideración otros aspectos como el relacionado con la corrupción, asegurando que la ética debe ser tomada enserio si se quiere construir una nueva Colombia.

La vida, fue otro de los temas importantes durante esta asamblea número cien. En cuanto a este punto, los prelados respaldaron a todos los médicos católicos que se encuentran en dificultades con sus autoridades por el hecho de defender la vida.

En la misma línea los jerarcas manifestaron su preocupación por la salud de quienes están sufriendo a causa del virus del zika, principalmente las mujeres en estado de gestación que por diferentes medios se sienten presionadas a abortar.

También fue asunto de importancia para el episcopado la realidad del matrimonio, pues expresaron su preocupación por la manera en que se quiere deformar dicha unión para introducir, bajo el mismo nombre, otras formas de sociedad, que respetan, pero que deberían distinguirse por un nombre acorde a su naturaleza.

En cuanto al tema relacionado con la propuesta del Ministerio de Educación, de introducir en el preescolar y en la primaria la educación sexual, los obispos colombianos opinan que se ésta invadiendo el derecho que le corresponde a la familia de introducir en esta realidad a sus propios hijos.

El campo fue otro de los aspectos de reflexión para los prelados, quienes hicieron un llamado al Ministerio de Ambiente para que cambie su modelo de asignación de recursos por demanda para asistencia técnica y establezca uno nuevo, más adecuado a las necesidades de los productores.

Por último, abordaron la realidad minera del país, manifestando que es un arma de doble filo para la sociedad rural, pues se debe regular la extracción y el flujo de ingresos  que esta actividad produce.