A TODA LA COMUNIDAD DE CARTAGENA Y BOLÍVAR

Cartagena de Indias D. T. y C.,
4 de noviembre de 2022 (Fiesta de San Carlos Borromeo)

¡El Señor será un baluarte para el oprimido, un baluarte en los tiempos de angustía! ¡que todos los que conocen tu nombre, confíen en ti, porque tú no abandonas a los que te buscan, Señor! (Salmo 9, 10-11)

Con sentimientos de profunda tristeza por los últimos acontecimientos en nuestra muy querida ciudad de Cartagena, y en el Departamento de Bolívar, nosotros como Igleisa Arquidiocesana, nos unimos al dolor de las familias, de las víctimas y clamamos a Dios les regale el consuelo necesario por el eterno descanso de las personas que lamentablemente hoy son el rostro de la inseguridad que atraviesa en esta hora nuestro pueblo.

No hay motivo de fiesta donde la muerte se nos ha hecho paisaje, a través de sus múltiples rostros: el hambre, la desigualdad social, el desempleo, la trata inescrupulosa de personas de todas las edades para fines de comercio sexual, y el muy notorio estado de inseguridad en la que el fleteo y el sicariato son noticia a cada momento.

Hacemos un llamado a los diferentes sectores sociales, políticos, académicos, científicos, culturales y religiosos a levantar nuestra voz de rechazo contra todo tipo de violencia que afecta la dignidad de la vida, y expresar nuestro dolor como comunidad herida ante la realidad que nos exige nuestro pueblo.

Pedimos a las Autoridades Competentes y ciudadanía en general, establecer los mecanismos necesarios para frenar y disuadir todas las organizaciones de violencia que se establecen en nuestro territorio, a empoderarnos de la cultura de la Paz desde la apropiación de lo público en el llamado al orden, al control y a la utilización de los mecanismos establecidos según la constitución para instaurar la justicia en nuestro país.

Invitamos a todos las personas de buena voluntad, a trabajar por la cultura del encuentro, la paz y la esperanza. Exhortamos para que simbólicamente el día Domingo 6 de noviembre nos vistamos  de color blanco, como signo de querer ser una sociedad en paz y a encender a las 8:00pm en las puertas de nuestros hogares una vela acompañando este signo con la unidad de las familias en torno a la oración y a la esperanza, para que resplandezca la fuerza de la Luz de la vida sobre las tinieblas de la muerte.

Extendemos a todas las víctimas, familiares, amigos, y personas que han sentido el dolor de estas pérdidas, en especial a la comunidad educativa del Colegio Biffi, padres de familia y estudiantes, y a las Hermanas Franciscanas de María Auxiliadora, nuestra oración y nuestra cercanía en estos momentos difíciles.

¡Nuestros niños y niñas merecen una Cartagena  y un Bolívar en Paz!, ¡Es un deber nuestro como sociedad garantizarles esperanza!

(original firmado)

+Francisco Javier Múnera Correa, IMC

Arzobispo