CARTAGENA CERRÓ CON ENTUSIASMO MISIONERO EL CUARTO CONGRESO PREPARATORIO AL GRAN CENTENARIO
La iglesia colombiana caminando Con María Misionera más allá de las fronteras
La Iglesia Católica clausuró en Cartagena el cuarto congreso regional de preparación para conmemorar los 100 años del primer congreso nacional misionero realizado en Colombia en 1924. El evento se llevó a cabo en la ciudad durante tres días y contó con la participación de más de 250 representantes de las provincias eclesiásticas de Cartagena, Barranquilla, Bucaramanga y Nueva Pamplona, encabezados por sus arzobispos y obispos.
La clausura tuvo lugar el domingo 25 de junio con una Solemne Eucaristía de envío misionero en el Santuario de Santa María Bernarda Bütler, presidida por monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena. En su mensaje, monseñor Múnera Correa destacó tres aspectos fundamentales para renovar la vocación misionera en Colombia: recordar la verdadera identidad de la Iglesia, impulsar la fe en la calle y superar los desafíos actuales para anunciar el Evangelio.
El Congreso Regional, organizado por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) a través del Centro Nacional Misionero y en colaboración con Obras Misionales Pontificias (OMP), fue un espacio para la reflexión, el diálogo y el intercambio de experiencias relacionadas con la misión evangelizadora de la Iglesia en el contexto actual. Durante los tres días, los participantes tuvieron la oportunidad de fortalecer su fe, fomentar la fraternidad y compartir estrategias misioneras desde cada escenario de nuestro territorio colombiano.
El sábado 24 de junio, los jóvenes miembros de la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Cartagena, misioneros y feligreses subieron en peregrinación al Santuario Santa Cruz de la Popa. Este acto de devoción simbolizó el compromiso de los fieles con la misión evangelizadora de la Iglesia. Con cada paso, la comunión y el espíritu misionero se fortalecieron, y al llegar al Santuario, se reunieron para rezar un rosario en honor a la Virgen María.
Durante la jornada, Monseñor José Crispiniano Clavijo Méndez, obispo de Sincelejo, ofreció una ponencia titulada «María de Nazareth, Paradigma de la Misión«. En su discurso, resaltó la importancia de la misión evangelizadora en el mundo actual y transmitió un mensaje de esperanza y fe, instando a los presentes a llevar el mensaje del Evangelio a todos los rincones de la sociedad.
Posteriormente, Monseñor Jorge A. Ossa, Arzobispo de Nueva Pamplona, dictó una ponencia en la Casa María Nazareth titulada «Clamores de la Iglesia Universal». En ella, expresó la importancia de ser discípulos de Cristo y cómo el discipulado implica ser misionero. Destacó que todo bautizado es misionero y animó a los participantes a fortalecer la oración personal, abrirse a la acción del Espíritu Santo, comprometerse con humildad en la misión y conocer las realidades de las comunidades a través del diálogo.
Sobre la necesidad de mantener viva la llama misionera en cada comunidad
Además de las ponencias y las celebraciones eucarísticas y de oración, se realizó un taller por provincias eclesiásticas bajo una dimensión denominada‘Eco misionero’, este consistió en un discernimiento que tuvo como guía dos preguntas fundamentales: 1. “¿Qué nos dicen los clamores de la Iglesia Universal? y ¿Cuáles son los clamores en nuestra Diócesis?
De ello se concluyó que es necesario fortalecer la oración personal, dar apertura en nuestras vidas a la acción del Espíritu Santo, comprometernos y apasionarnos por la misión con sencillez y humildad, tener fortaleza para vencer el miedo de evangelizar, conocer las realidades de cada comunidad que evangeliza a partir del diálogo.
En cuanto a los clamores de las iglesias particulares, además de la formación inicial y permanente de laicos, religiosas y religiosos, se clama por la justicia social para los pobres, salvar a los jóvenes, la unidad familiar, el respeto a la identidad cultural, las vocaciones, la paz y la vida, el aumento del testimonio misionero y la sed de la palabra de Dios.
Sumado a esto, se realizaron actividades y presentaciones que permitieron a los participantes mostrar las diferentes culturas y adquirir herramientas y habilidades para la evangelización en diversos contextos. Se promovió la colaboración y el intercambio de recursos entre las diócesis presentes, fomentando la solidaridad y la unidad en la misión de la Iglesia.
Este Congreso Regional Misionero de la Costa Caribe y la Zona Nororiental avivó la importancia de llevar el mensaje del Evangelio a todos los rincones de Colombia, resaltando la necesidad de mantener viva la llama misionera en cada comunidad.
El padre Samir García Valencia, director del Centro Nacional Misionero y encargado de las Obras Misionales Pontificias de Colombia (OMP), se refirió al congreso como «una eclosión y el inicio de un camino misionero muy significativo en Colombia». Destacó que se tomarán fuerzas de este evento para lanzar con ímpetu la gran tarea misionera que tendrá como tema «Testigos de la fe; pregoneros de la gracia». Además, mencionó que todas las jurisdicciones que participaron se comprometieron a continuar este camino de preparación centenaria y a celebrarlo en toda la Iglesia colombiana.
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