CARTAGENA CELEBRA LA FIESTA DEL SANTO CRISTO DE LA EXPIRACIÓN
La ocasión tuvo lugar el pasado sábado 14 de septiembre en la parroquia Santo Domingo
La ciudad de Cartagena celebró la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz en la imagen del Santo Cristo de la Expiración, presente en la parroquia de Santo Domingo, ubicada en el Centro Histórico.
La devoción al Santo Cristo tuvo su origen hace casi cinco siglos atrás y, desde entonces, no ha hecho sino propagarse por toda la ciudad.
Como explica el padre Richard Nieto, párroco del santuario, la imagen del Cristo posee una particularidad, y es que no es una imagen de Jesucristo muerto, como es costumbre su representación en la Cruz, sino que es un Cristo expirando, entregando el espíritu; por esta razón resulta tan cercana para todos los que la contemplan.
Su fama se ha extendido por ser una imagen milagrosa, a ella acuden especialmente quienes buscan la gracia de recuperar la salud. Prueba de esta espiritualidad se encuentra la devoción de los 7 lunes al Cristo de la Expiración, una práctica de fe que recoge personas de todos los rincones de Cartagena y las reúne en el santuario durante los lunes de todo el año.
Para esta ocasión, los fieles se congregaron desde mucho antes de las 4 de la tarde para honrar y venerar la imagen del Santo Cristo, mientras ofrecían sus plegarias y súplicas a Dios en un momento tan importante para la ciudad.
Una multitud de devotos se dio cita para participar de la Santa Eucaristía, la cual estuvo presidida por Monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena, y concelebrada por sacerdotes de la arquidiócesis. Al lugar asistieron familias enteras, padres, madres, niños y adultos mayores, para profesar su fe y agradecer al Cristo de la Expiración por sus múltiples bendiciones en sus vidas.
Durante su homilía, el señor arzobispo expresó que la Cruz pasó de ser un signo de desesperanza a ser instrumento de salvación, añadiendo, además, que es el lugar donde todos los cristianos se reúnen para contemplar su redención.
Al finalizar la Eucaristía, la feligresía se preparó para un momento que todos estaban esperando: la procesión por las calles con la imagen del Santo Cristo; esta se realizó por gran parte del Centro Histórico, y estuvo acompañada por propios y visitantes, quienes gritaban a una sola voz: ¡Viva el Santo Cristo de la Expiración!
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