Así se vivió el primer día del XXI Encuentro Nacional de Pastorales Afrocolombianas en Cartagena
Con momentos de canto, danza, formación e integración, culminó con éxito el primer día del XXI Encuentro Nacional de Pastorales Afrocolombianas (EPA), celebrado este jueves 19 de septiembre en Cartagena, en el emblemático Santuario de San Pedro Claver. Este espacio, símbolo de la evangelización en América, África y otras naciones, acogió a los peregrinos bajo el lema: «Inspirarnos en la espiritualidad afro para proyectarnos hacia una iglesia cada vez más profética”.
La jornada dio apertura con una Eucaristía afro presidida por Monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena, quien, en su homilía, destacó la importancia de ser un pueblo libre para rendir culto a Dios. Citando al Profeta Isaías, Monseñor Múnera recordó que «un pueblo libre puede llevar ofrendas al Señor”, resaltando el papel de la libertad en la dignidad humana y en la fuerza de la fe.
Durante la Eucaristía, las delegaciones participantes presentaron varias ofrendas que simbolizaron la riqueza cultural y espiritual del pueblo afrocolombiano, entre las que se incluyen cacao, habichuela, limón, borojó, coco, plátano, tela africana, una planta ornamental y la luz que guía nuestra fe, recordando la diversidad y la belleza de las comunidades afro.
Tras la Eucaristía, los participantes se dirigieron al Centro de Formación de la Cooperación Española, donde el historiador Alfonso Cassiani y el productor audiovisual Edwin Salcedo ofrecieron la charla «Historia del pueblo afrocartagenero».
En su intervención, Cassiani subrayó la relevancia de estos Encuentros de Pastorales Afro como espacios para curar y reparar la historia de las comunidades negras, invitando a reflexionar sobre la importancia del bienestar colectivo.
“Es realmente necesario el pensar en el otro, en la comunidad, para volver al camino y construir bienestar colectivo”. Expresó
Edwin Salcedo complementó esta reflexión con un enfoque visual y documental, enfatizando en la identidad afro en Cartagena.
El presbítero Neil Quejada, por su parte, en su intervención sobre el caminar de la Pastoral Afrocolombiana como una iglesia profética, explicó que el Evangelio dignifica a todos y que la cultura no es ajena a la fe, sino que se entrelaza con ella, siendo un componente vital de la espiritualidad afrocolombiana.
Por la tarde, a pesar de la incesante lluvia, los peregrinos se congregaron en la Plaza de la Proclamación para participar en una Muestra de Espiritualidad Afro, donde los participantes presentaron elementos típicos de sus regiones, mientras cantaban y danzaban al ritmo de tambores, compartiendo la alegría de sus raíces y de su espiritualidad.
El encuentro continúa este viernes en el Centro de Formación de la Cooperación Española, con momentos de espiritualidad, integración y reflexión sobre las realidades del pueblo afro en Colombia. Además, la programación formativa está abierta al público de manera virtual a través de los caneles digitales de la Arquidiócesis de Cartagena, brindando la oportunidad a todos de conocer cómo la cultura, la historia y la herencia africana se entretejen con la fe cristiana en la construcción del Reino de Dios en Colombia.
Es importante destacar, así como lo expresa el lema de este encuentro “Ubuntu: Soy porque somos”, todas las instituciones, personas de buena voluntad que han hecho posible la experiencia de acogida del XXI Encuentro Nacional de Pastorales Afrocolombianas en el corralito de piedra. El apoyo de AGIAMONDO, el Programa de Desarrollo y Paz del Canal del Dique y Zona Costera, la Pastoral Misionera y OMP Colombia, la Coordinación Nacional CEPAC, la Arquidiócesis de Cartagena, las parroquias Santo Domingo, Santo Toribio, San Pedro Claver, Santa Catalina de Turbaco y Cristo Rey, además del respaldo de entidades distritales como la Corporación de Turismo Cartagena y Espacio Público. A todos ellos, el más sincero agradecimiento por su compromiso con la realización de este encuentro y por seguir apostando a la consolidación de esta ciudad como un escenario de encuentro, fraternidad para seguir enriqueciendo la fe y la espiritualidad.
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