La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que, la mañana de este lunes, 22 de octubre de 2018, el Santo Padre recibió en audiencia, en el Palacio Apostólico Vaticano, al Presidente de la República de Colombia, el Sr. Iván Duque Márquez, quien sucesivamente se reunió con el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, acompañado por Mons. Antoine Camilleri, Subsecretario para las Relaciones con los Estados.

Durante las conversaciones, que se desarrollaron en un clima de cordialidad, se expresó satisfacción por las buenas relaciones bilaterales. En este contexto, se destacó la contribución de la Santa Sede y de la Iglesia local en el proceso de paz y en favor de la reconciliación del pueblo colombiano. Asimismo se subrayó la importancia de un diálogo constante entre la Iglesia y el Estado para enfrentar los desafíos actuales de la sociedad, con especial referencia a algunos temas de interés común, como la protección de la vida, la lucha contra la corrupción y el narcotráfico, la promoción de la legalidad y la salvaguardia del medio ambiente.

Finalmente, hubo un fructífero intercambio de opiniones sobre la situación política y social de la Región, con especial atención a las migraciones.

Una reincorporación efectiva de las personas que han dejado la violencia y que quieren iniciar un proceso de reconciliación con el pueblo colombiano sobre los principios de igualdad, justicia y reparación y no repetición

«Deseo que sus dos manos sean como estas dos ramas, que unan Colombia y solucionen esta veta tan dura que fueron los cincuenta años…» El Papa cogió las manos del nuevo presidente del país, Iván Duque, y le pidió que hiciera lo posible por apostar por la paz tras medio siglo de conflicto con las FARC o el ELN.

Duque y Bergoglio se encontraron durante 28 minutos, en un encuentro en el que el mandatario se comprometió a acoger a los inmigrantes venezolanos que, a diario, cruzan la frontera con Colombia.

«Recibí con agrado el mensaje del Santo Padre para que sigamos haciendo esta política fraterna para recibir a los hermanos venezolanos en nuestro país. Hemos acogido a los hermanos venezolanos que huyen de la desolación de la dictadura y lo seguiremos dando todas las oportunidades para que salgan de esa tragedia», señaló Duque tras la reunión.

Durante la misma, añadió en una nota la Santa Sede, «se destacó la contribución de la Santa Sede y de la Iglesia local en el proceso de paz y en favor de la reconciliación del pueblo colombiano». Asimismo, «se subrayó la importancia de un diálogo constante entre la Iglesia y el Estado para enfrentar los desafíos actuales de la sociedad, con especial referencia a algunos temas de interés común, como la protección de la vida, la lucha contra la corrupción y el narcotráfico, la promoción de la legalidad y la salvaguardia del medio ambiente».

El momento más emotivo se produjo en el intercambio de regalos, cuando Bergoglio entregó a Duque un medallón que representa un árbol de olivo «con dos ramas que van uniendo lo que está separado», según explicó.

«Deseo que sus dos manos sean como estas dos ramas, que unan Colombia y solucionen esta veta tan dura que fueron los cincuenta años…», le espetó el Papa, leyendo la inscripción en el medallón: «Buscar lo que une y superar lo que divide», a lo que Duque respondió: «Este es el mensaje que siempre he tratado de transmitir, concretamente que se busque lo que une y no lo que nos divide, significa mucho para mi», afirmó.

A lo que Francisco apuntó: «Por eso lo elegí».

Por su parte, Duque obsequió al pontífice con un cuadro con una dedicatoria del futbolista James Rodríguez -«Con cariño, James» y el número 10-, realizado por la fundación de este con niños, así como una camiseta de este jugador en la Selección colombiana.

Duque también regaló al papa una hamaca y le dijo: «sabemos que tiene poco tiempo para descansar», a lo que Francisco respondió: «para hacerme la siesta», provocando la risa de los asistentes.

Y por último le dio también una caja con cuatro paquetes de café «de gran calidad» y que representa «la transformación productiva» del país, a lo que el papa apuntó: «para hacer un buen tinto».

En su posterior diálogo con la prensa, el presidente de Colombia aseguró haber recibido el respaldo papal para «una reincorporación efectiva de las personas que han dejado la violencia y que quieren iniciar un proceso de reconciliación con el pueblo colombiano sobre los principios de igualdad, justicia y reparación y no repetición».

En la reunión que mantuvo después con Parolin, Duque avanzó que el diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) solo se hará «si se cumplen las condiciones de entrega de los secuestrados y se ponga fin a cualquier tipo de acción criminal y violenta».

Durante la media hora de reunión privada con el pontífice, también se dialogó sobre el tema de interés común de una «la lucha frontal contra la corrupción» y del «enorme daño que produce a la sociedad», afrontar la deforestación, promover los valores de protección ambiental entre los jóvenes y una agenda en pro de la juventud.